domingo, 9 de octubre de 2022

NOTICIAS MUTANTES

 (Publicado en prensa)



Estamos en un momento en que no podemos saber si una noticia que en apariencia es mala puede acabar resultando una buena noticia, y al contrario: tampoco podemos saber si una noticia aparentemente buena puede convertirse en una noticia pésima.

         Por ejemplo: Corea del Norte lanza un misil que sobrevuela territorio japonés y, como es lógico, lo interpretamos como una noticia preocupante, pero al momento decidimos transformarla en una noticia tranquilizadora: al menos el misil no impactó en Japón. Nos conformamos con eso: con que la chaladura belicista se quede en un amago. Claro que no tardamos en reconvertir esa noticia tranquilizadora en una noticia preocupante: ¿qué demonios hace Corea del Norte lanzando misiles que sobrevuelan territorio extranjero? Por lo demás, resulta difícil saber con precisión si es una noticia buena o mala el que Corea del Sur y EEUU respondan a ese alarde temerario con otro alarde temerario, lanzando misiles sin ton ni son, hasta el punto de que uno de ellos ha impactado en las cercanías de una base militar surcoreana, aunque en ese punto –quién lo diría- la noticia se hace inmejorable: más vale no imaginar lo que hubiese ocurrido si ese misil defectuoso llega a impactar por error en suelo norcoreano.

         Leemos la noticia de que las tropas ucranianas avanzan sin resistencia por zonas ocupadas por los rusos y, en principio, nos decimos que se trata de una buena noticia, pero al instante caemos en la cuenta de que Rusia tiene en su mano, y en cualquier momento, la posibilidad de detener en seco ese avance en teoría victorioso. (He escrito “Rusia tiene en su mano”, pero sería más exacto haber escrito “Putin tiene en su dedo”, ya que le bastaría con pulsar un botón para destruir no ya Ucrania entera, sino media Europa). Es curioso: cuantas más batallas gane Ucrania, en fin, más cerca estará de perder la guerra, por la sencilla razón de que Rusia se comporta como el gato que juega con el pájaro antes de darle el zarpazo de gracia. 

       Joe Biden, que se ha revelado como un hombre de un nivel de prudencia mejorable, avisa a las claras de la posibilidad de un Armagedón, lo que sin duda es la peor de las noticias, lo que no quita que nuestro subconsciente la transforme en una conjetura catastrofista y sin fundamento, más propia de un guionista de películas de ciencia-ficción que del presidente de una gran potencia.

En contra de la opinión de Biden, el camarero de una cafetería de mi barrio me confirma hoy que Putin no va a usar armas nucleares por un motivo secreto que él, no obstante, conoce: todo el arsenal nuclear ruso está oxidado y ya no sirve sino para mandarlo al chatarrero. De modo que la alarma lanzada por Biden queda de inmediato convertida en una noticia estupenda. Y así vamos tirando.


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2 comentarios:

José M. Sánchez-Paulete dijo...

El camarero de tu barrio dede tener una fuente muy fiable y eso me tranquiliza.

Manuel Caldicot dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.