lunes, 23 de octubre de 2023

LOS OTROS

 (Publicado el sábado en prensa)



A estas alturas de la Historia, creo que podemos llegar a la conclusión de que el género humano no tiene remedio. Lo hemos intentado. Seguimos intentándolo. Pero no acaba de salirnos bien. De acuerdo, sí, en que la mayoría de la gente dignifica, en su día a día, nuestra vida en común, así sea desde la aportación básica de cumplir diligentemente con su trabajo, de aspirar al disfrute de una existencia apacible y honrada, de afanarse en ofrecer una educación a sus hijos para que opten a un futuro digno…. Aspiraciones modestas, anhelos razonables. La esencia de la vida misma, como quien dice… Aunque hay un inconveniente: esos otros que, según el dictamen aterrador de Sartre, son el infierno. Esos otros que, aun siendo una minoría, consiguen distorsionar la realidad para que todo sea un poco más difícil, un poco más terrible, un poco más desalentador. Para que los sueños colectivos acaben convertidos en una pesadilla.

         A poco que las cosas se enreden un poco, tendemos a dejar las riendas de nuestro mundo en manos de megalómanos, de demagogos, de psicópatas, de salvapatrias vociferantes. De fantoches ridículos, en definitiva, que, en cuanto tocan poder, se convierten en fantoches peligrosos. Esa tendencia prevalece extrañamente en nuestros días, por lo general bajo un camuflaje democrático, y nos mantiene en vilo ante los comicios que se celebran no ya en Polonia, sino incluso en Alemania o en Suecia, por lo que pueda salir de las urnas. En Argentina, por ejemplo, observamos una posibilidad que resultaría inimaginable si no fuese casi del todo probable: que la presidencia del país caiga en manos de un histrión desquiciado que ha logrado el más difícil todavía: no solo ser la caricatura grotesca de Donald Trump, lo que no es decir poco, sino reunir además en una sola persona lo peor de todos los iluminados que han ensombrecido nuestro mundo a lo largo de siglos y más siglos.

         Cada vez que surge un líder mundial al que se le atribuye ese raro concepto que es el “carisma”, lo prudente sería echarnos a temblar, porque el carisma lo mismo sirve para hipnotizar a las multitudes afines que para ordenar masacrar a las multitudes contrarias, lo mismo para que la ciudadanía aplauda los delitos del carismático en cuestión que para que una sociedad se alinee masivamente con la irracionalidad.

    Asistimos diariamente al espectáculo del horror, con estados que combaten el terrorismo mediante la práctica del terrorismo de Estado, y nos preguntamos cómo podemos seguir en esa fase de barbarie. Pero ahí seguimos. Algunos nos piden una firma para exigir el cese inmediato de las guerras. Sí, cómo no. Tan sencillo como eso. Como si no existieran ellos, los otros.


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viernes, 20 de octubre de 2023

lunes, 9 de octubre de 2023