viernes, 30 de octubre de 2015

SUELTOS

A todo escritor le conviene estar convencido de que escribe obras inmortales, aunque con el convencimiento paralelo de que el más inepto de los ineptos está convencido de exactamente lo mismo que él.


En este mundo, lo único que está del todo claro es que un pesimista no puede ser meteorólogo.


A la "solemne" resolución soberanista que aprobará el parlamento catalán sólo se le puede poner una pega, y de mero matiz: declara que la Cataluña independiente tendrá "forma de república", pero el caso es que todos los indicios apuntan a que ya tiene un señor feudal.


Para cualquier "declaración solemne", ya conocemos el antídoto: la risa floja.

3 comentarios:

hiparco dijo...

En términos jurídicos la solemnidad reviste al acto formal de un valor o eficacia mayor que el del contenido en sí; a saber, la proclamación, de viva voz, en público, ante la Cámara, es la forma cuya solemnidad da eficacia a lo dicho o leído (o aprobado por la cámara); la publicación en el BOE o en el Diario Oficial correspondiente, en estos casos suele cumplir dicha función (promulgación y publicación); entonces, ¿por qué una declaración solemne?; la Constitución de 1812 fue proclamada o bautizada como La Pepa, y el juramento constitucional que dio pie a la Revolución Francesa de 1789 lo fue en una cancha del juego de la pelota, y esto no les restó un ápice a sus valores, que eran intrínsecos. Aquí parece que es a revés, lo que se dice en el Parlament parece que ya de por sí confiere una solemnidad que bien sólo alcanzaría la de la chanza ante un mal chiste.

Miguel dijo...

Agua pasada no mueve molino, la clave está en que los independentistas creen que los Estados no tienen valentía para combatirlos con el Ejercito, paro veo que los ciudadanos no vamos a consentir que nuestros compatriotas( que son mayoría) puedan correr la suerte de armenios. kurdos, o judios. Además somos de la misma etnía, los españoles queremos Intervenir con Todo.




FBR dijo...

La solución militar tal vez represente un problema mayor, ¿no? Sería, paradójicamente, una medida de debilidad.