La diferencia entre los aficionados al carnaval y los aficionados a la 
semana santa -aunque los hay que combinan- está en que los primeros se 
conforman con el presente fugaz y los segundos -más materialistas- 
tienen puesta la vista en un futuro eterno.
Ambos coinciden -eso sí- en la necesidad del disfraz como complemento ontológico.
. 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario