lunes, 30 de diciembre de 2019

(Los años son como los electrodomésticos: cada vez duran menos.)

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domingo, 22 de diciembre de 2019

EXPECTANTES


(Publicado ayer en prensa)


Estamos ante una coyuntura extraña: si no hay investidura, el país va a tener un problema de gestión; si la hay, el gobierno resultante va a tener el problema de gestionarse a sí mismo: un ejecutivo no sólo complicadamente compartido con UP desde el recelo mutuo y en el que cada cual se arrogará los éxitos y achacará a su socio las frustraciones, sino además en situación de precariedad parlamentaria, obligado a negociaciones conflictivas. 

          Ante la incertidumbre, las conjeturas tienden a dispararse. En principio, si el PSOE, tras sus prolongadas y misteriosas negociaciones, consigue la abstención de ERC, resulta improbable que cuente con su apoyo para aprobar medidas que vayan más allá de la más quimérica de todas ellas: la vía libre a un referéndum de autodeterminación, dado que el independentismo catalán vive ensimismado en su micropatriotrismo y poco va a interesarle que en Extremadura reclamen la modernización de su línea ferroviaria, que los agricultores murcianos demanden acuerdos de exportación tras el Brexit o que los olivareros de Jaén  se vean afectados por los aranceles impuestos por EEUU, pongamos por caso. Al fin y al cabo, patria no hay más que una, y la de ellos está donde está: concentrada en la bandera de una república fantaseada. Hay quien supone que a los independentistas catalanes les interesa más un gobierno de izquierdas que uno de derechas, aunque puede quedar un margen para la duda, ya que ellos juegan con las dos barajas: si un gobierno central de izquierdas no pone fin a sus siglos de opresión y no libera a sus presos, ya tienen potenciado su discurso de martirio histórico; si un gobierno de derechas les aplica el 155, ese discurso pasa a ser plenipotenciario. En cualquier caso, y a pesar de que todo tiene la apariencia de una teatralización con un desenlace previsible, es de elogiar que, frente a la gestualidad antisistema de la derecha catalana, ERC se haya aplicado el “sit and talk”, que en catalán significa algo así como “siéntate a hablar conmigo de lo que yo te diga para llegar a la conclusión que yo te dicte”.

            En el caso de que Sánchez sea investido y comparta gobierno con Iglesias, las incógnitas serán múltiples: ¿qué será de la reforma laboral, qué de la subida del SMI, qué de los impuestos a la banca y a las grandes fortunas, qué de la fiscalidad de la Iglesia, qué de la regulación del alquiler, qué del oligopolio de las eléctricas y qué del objetivo de déficit impuesto por la UE? Etc. Porque los matrimonios de conveniencia funcionan mal: pueden compartir la conveniencia, pero no la convivencia.

            Entretenidos estamos, desde luego. Aunque mucho me temo que esto no es nada comparado con lo que nos queda por ver. O por no ver.

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sábado, 21 de diciembre de 2019

lunes, 9 de diciembre de 2019

LA CUMBRE



(Publicado el sábado en prensa.)


Toda empresa humana lleva implícita su contradicción: la Cumbre del Clima que se celebra en Madrid va a generar 65.000 toneladas de CO2. 


Y es que si convocas a 50 jefes de estado o de gobierno, cuenta con 50 aviones oficiales, pues no se imagina uno a un alto mandatario viajando en catamarán, como ha hecho la joven activista Greta Thunberg, convertida ya –por mano de muchos odiadores anónimos y por algunos periodistas que mejor estarían en el anonimato- en emblema sometido a la tortura mediática, por nuestra vieja costumbre de matar al mensajero. 


Si reúnes a 25.000 personas en un recinto de más de 100.000 metros cuadrados, no vas a tener la desconsideración de que pasen frío, de modo que hubo que activar la climatización de IFEMA antes que activar las medidas para frenar el deterioro climático.


Comoquiera que todo el mundo tiene la costumbre de comer, el menú de los mandatarios estuvo en manos de tres de los considerados como mejores cocineros del mundo. (El primer plato parecía la fórmula de un druida: “Caldo liofilizado de trompetas de la muerte, trufa, boletus edulis y garbanzos tostados. Agua vegetal transparente a 100º C vertida en el plato para convertirse en un caldo sucio, aunque sabroso”.) No va a decir uno que cada cual podría llevarse el bocadillo de casa, pues de sobra sabemos que, allá donde se reúnan más de dos gobernantes, habrá indefectiblemente un banquete a cuenta de los gobernados, pero los políticos parecen no darse cuenta de la obscenidad que hay en la celebración de un convite con el pretexto de poner remedio a una situación catastrófica. 


            Dejando a un lado los diagnósticos acreditados de los científicos, abocados a predicar en el desierto, durante estos días estamos asistiendo a un espectáculo retórico en torno a la destrucción global del ecosistema. No hay novedades: una salmodia que llevamos oyendo, en boca de los gobernantes, desde hace décadas. Golpes de pecho. Grandilocuencia. Apocalipsis pero con esperanza. Promesas de medidas a medio o largo plazo. Enaltecedores debates. (Aparte –cómo no- de conciertos, degustaciones y actividades lúdicas.) Por asistir, hemos asistido a las declaraciones de un cruzado de VOX para quien el cambio climático no es consecuencia de la acción humana, sino “de otros factores”, aunque nos ha dejado con el misterio de cuáles son esos factores secretos.


            El problema de la alteración climática es que no sólo requiere medidas urgentes, sino también medidas retrospectivas, con su correspondiente impacto económico –con los intereses de grandes empresas por medio- y, por tanto, y por derivación, con su impacto impopular en determinados sectores productivos como el de la minería, pongamos por caso, por no hablar de la ganadería  intensiva ni de la producción textil, de las compañías aéreas ni de prácticamente cualquier actividad industrial, por no entrar en el asunto espinoso de nuestros hábitos domésticos.


Está muy bien hablar de la emergencia climática y reconocer la necesidad urgente de actuaciones al respecto, pero el caso es que un político está programado para tener una perspectiva de actuación de cuatro años, prorrogables si hay vocación y suerte en las urnas. Más allá de ese periodo, la gestión de lo público empieza a considerarlo política-ficción. Conque a ver.

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sábado, 7 de diciembre de 2019

CUBIERTAS de rororo


(In the 1950s, the duo of Karl Gröning Jr. and Gisela Pferdmenges designed some 350 covers for rororo, German publisher Rowohlt's mass market paperback line. Following American models, rororos were printed on cheap paper and included advertisements, and like their American and British counterparts, they were very successful. The list was international in scope and ranged all brows.)

En este enlace, algunas... 

 

jueves, 5 de diciembre de 2019

SERIES

En EL MUNDO escribo sobre el desenlace de The Affair, sobre la 2ª temporada de La peste y sobre la 3ª de The Crown

 https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2019/12/05/5dde6988fc6c839e158b465d.html

martes, 3 de diciembre de 2019

Lo que he escrito, por encargo del Centro Andaluz de las Letras, para la celebración del Día de la Lectura en Andalucía.

 http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras/content/alocucion-dia-de-la-lectura-2019?fbclid=IwAR1UCBh80eHrtubdjT3fPo-_0byLYrTOVIYAAyRGMz9ZiyvixUBSR8L-qB0

domingo, 1 de diciembre de 2019

EL IRLANDÉS


   
 
La veo con grandes expectativas, por esa excelencia tan aclamada por muchos.
    Y ya sabemos: a grandes expectativas, posibilidad de grandes decepciones.
    Scorsese es siempre Scorsese. Es decir, muy bueno. Pero...
    Un guión anodino, falto de tensión, errático y previsible: más hampa a granel, con todos sus recursos de catálogo de película de hampones trajeados.
    Un metraje innecesariamente largo.(Daba para una miniserie,que tal vez hubiese sido una opción de formato más sensata.)
    De Niro y Pacino, sobreactuando sin control.
    (Joe Pesci,en cambio, impecable.)
    Secundarios que parecen autómatas.
    El truco del rejuvenecimiento digital, bien, vale, pero -chocantemente- sólo afecta a la cara de los protagonistas: cara juvenil y cuerpo de anciano.
    Magnífica la fotografía, aunque con tendencia a recrearse en planos inertes. Momentos sublimes aquí y allá.
    Asiente uno a su mensaje crepuscular, de acuerdo. A lo que tiene de canto de cisne de una época y a lo que tiene de canto de cisne -aunque esperemos que no- de un grandísimo director, de uno de los nuestros.
    La expectación, en suma, no acaba del todo en decepción, sino más bien en una rara e indefinible melancolía.


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