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Cada vez que leo en un periódico una noticia científica, acabo sabiendo menos de lo que sabía del asunto científico en cuestión, así supiese lo mínimo, o nada, que es lo frecuente. “7 de cada 10 fumadores son adictos a la nicotina o tienen desórdenes mentales”, leo hoy en un titular, y me quedo un poco mareado, porque la verdad es que no logro establecer una conexión directa entre el hecho de fumar y el hecho de padecer desórdenes mentales, excepción hecha, por supuesto, del desorden mental que de forma intrínseca supone el hecho de pasarse una buena parte del día echando humo por la boca, o por la nariz, y algunos hasta por las orejas, porque hay quienes dominan ese dificultoso malabarismo. Además, ¿qué ocurre con los 3 restantes de esos 10 fumadores? ¿No son adictos a la nicotina? ¿Gozan de excelente salud mental? Por otra parte, ¿puede uno tener la mala suerte de que le toque en la lotería estadística el ser adicto a la nicotina y el ser al mismo tiempo un desordenado mental?
Sigo leyendo: “Un informe de la Administración estadounidense determina que la dependencia de la nicotina predomina en alcohólicos y en afectados por desórdenes de personalidad”. Y mi mareo aumenta. Porque vamos a ver: si las tabacaleras se caracterizan por añadir al tabaco sustancias adictivas para que todo fumador se transforme en adicto a sus productos, ¿qué pintan los alcohólicos en esto? Y, por otra parte, ¿qué clase de desórdenes de personalidad específicos padece un fumador, al margen del desorden de personalidad que implica el hecho de estar enriqueciendo a quienes están envenenándolo?
Pero sigo leyendo: “Según los Institutos Nacionales de la Salud, casi una tercera parte de la población norteamericana está o estará afectada en algún momento de su vida por problemas psiquiátricos”. Y yo me pregunto: ¿se vuelven locos los norteamericanos por culpa del consumo de tabaco, se lanzan los locos al consumo de tabaco por el hecho de estar un poco majaras o bien una mezcla imprecisable de ambas opciones? Misterio.
Aún dispongo de un poco de ánimo para seguir leyendo: “Los adictos a la nicotina y las personas con problemas psiquiátricos consumen el 70% de todos los cigarrillos que se fuman en Estados Unidos”. Y sigo sin entender: ¿qué relación existe entre la adicción a la nicotina y los problemas psiquiátricos? ¿Por qué forman una categoría solidaria los clientes de los estancos que no son clientes de los psiquiatras y los clientes de los psiquiatras que a la vez son clientes de los estancos? Por la misma regla de tres, supongo que podríamos leer una noticia del tipo siguiente: “Los aficionados a las películas terror y los simios de los zoológicos consumen el 70% de los cacahuetes que produce China”.
Es lo que les decía al principio: las noticias científicas que leemos en los periódicos son de temer, porque acabas no ya más ignorante y confundido que antes de leerlas, sino también angustiado. Tan angustiado, que yo por lo menos voy a encender ahora mismo un cigarrillo, porque no sólo soy adicto a la nicotina, sino que además me temo que mi personalidad se trastorna bastante ante los enigmas irresolubles. Mala suerte.