viernes, 10 de abril de 2015

LA CORTESÍA DE LOS DESCONOCIDOS

Un amigo me manda el enlace de una entrevista con un poeta leonés que me suena difusamente -muy difusamente, y no es menosprecio calculado- de los tiempos parlanchines de la poesía del silencio y todo aquello. Por la foto, debe de andar por los sesenta y tantos, aunque en las respuestas se le nota el impulso de un chiquillo... me temo que en todos los sentidos posibles.

-Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).
-No pude terminar El jinete polaco, de Antonio Muñoz Molina. Los libros de Felipe Benítez Reyes, ni siquiera los intenté.
 
-¿Qué cualidad prefieres en una persona?
-Como Robert Walser, la cortesía.

(Bueno, la secuencia es fantástica, ¿no? Ni queriendo.)

Lo curioso es que este hombre, sea quien sea, y a pesar de su cortesía, no tenga a mano a un amigo o familiar que le prevenga de que no se puede decir una cosa así ni siquiera en el periódico de tu comarca, a pesar de que en la tierra nativa la gente lee esas cosas con la indulgencia que da el paisanaje; alguien que le sugiera, en fin, que no conviene decir algo que se traduzca -con el traductor automático de la mente- de la siguiente manera: "Los libros de ese tipo que me cae tan mal deben de ser tan malos, que ni siquiera me he tomado la molestia de leerlos". No, hombre, no hay que ser tan inocentón. Hay que ir a la estocada: "Fulano es un autor pésimo. Nunca he podido terminar sus libros", lo que no dejaría de ser verdad: si no los has empezado, no mientes si dices que no has podido terminarlos.

La pregunta que me hago es la siguiente, y parte de varios enigmas: habiendo en el mundo millones de escritores posibles de citar como insoportables (en realidad todos, según las intenciones y el grado de desahogo de cada cual), ¿qué mueve a este hombre -al que ni conozco, al que no he leído no por aversión, sino simplemente porque no sé qué ha escrito o dejado de escribir; del que por lo mismo no he escrito ni dicho nada desfavorable, ni siquiera por alusiones; con el que no me he cruzado ni probablemente me cruzaré jamás en la vida- a elegirme como el paradigma de lo insoportable?

Ese es el misterio, ya digo. El gran ¿¿¿???, como quien dice.

(¿Dónde estará el germen? ¿Cuál será el detonante?)

El enigma de una animadversión, en fin, que debe de ser un enigma especialmente para el que la fomenta. 

(Propósito -inconcreto- de escribir un relato sobre esto.)

.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

hoy he visto tu libro como quinto más vendido en el suplemento Sotileza

Anónimo dijo...

Supongo que los "tiros" deben ir por su importancia como poeta -fuera de toda duda, la suya, claro, sr. Benítez-, así, este señor se incorpora a tumba abierta a las filas de los que están convencidos que dos excelencias en una misma persona no es posible.
Por cierto, ¿porqué el entrevistador no le pide que aclare su ocurrente punto de vista?


Uno de la Judería

pepemore dijo...

Antes de leer la última frase se me ha ocurrido que tal vez el entrevistado te haya confundido con otro, y eso me ha recordado aquel relato tuyo "Un malentendido" ...

Anónimo dijo...

Soy una asturiana que hace un tiempo tuve la suerte de leer el libro "El novio del mundo". Fue de las obras más divertidas e ingeniosas que leí, con un dominio del lenguaje maravilloso, una ironía demoledora, hasta el punto que lo recomendé y lo regalé a un monton de gente a la que quiero. Luego lo releí varias veces, tranquilamente, para disfrutarlo más. Sigo esperando algo parecido, leí el resto de tus novelas y también me gustaron, pero como aquélla nada. Se por mi hermana que eres uno de los mejores poetas de ahora, pero yo no suelo leer poesía. Es la primera vez que intervengo en un blog, quería que supieras mi opinión sobre tu obra

Microalgo dijo...

Pues a mí, el Jinete Polaco me enganchó muchísimo para ser un estilo de libro que, a priori, no tendría por qué (los libros policiacos o de acción llevan una ventaja inherente en su misma estructura).

Respecto a Usted, ya sabe que no lo leo nada de nada... hombre ya.

Anónimo dijo...

Es fácil . Cuando a alguien que se tiene en mucha estima , o necesita que se le reconozca , y no lo consigue , arremete contra la persona reconocida en lo que él no consigue.Por ejemplo que le publique un editor.