Leyendo esto: las laberínticas y fraudulentas peripecias de Mark Hofmann, un portentoso
 falsificador de documentos históricos que puso en el mercado -entre 
otros muchos- el manuscrito de un poema inédito de Emily Dickinson y 
unos textos mormónicos antimormónicos... Todos falsos, claro está. Y los
 líos que montó, hasta el punto de cometer dos asesinatos. 
El arte y la estafa, con la complicidad de las grandes casas de subastas, del esnobismo de los ricos y de la ansiedad de los coleccionistas.
¿Qué podía salir mal? Pues...casi todo.
El arte y la estafa, con la complicidad de las grandes casas de subastas, del esnobismo de los ricos y de la ansiedad de los coleccionistas.
¿Qué podía salir mal? Pues...casi todo.
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