...y aquí andamos todos, escribiendo esta partitura colectiva que a 
veces suena a Mozart y a veces -las más- a Schönberg.
 
Con nuestras raras armonías y nuestras raras discordancias, con notas 
estridentes, en clave de mi o en clave de nosotros, componiendo la 
sinfonía azarosa del mundo.
. 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario