lunes, 2 de noviembre de 2015

EL CASI, EL EX Y EL PRE

(Publicado el sábado en prensa)



Si buena parte de las maniobras políticas de las altas esferas del poder tiene mucho de sainete, hasta miedo da pensar el grado paródico que ese sainete puede alcanzar a nivel de pueblo menor de 20.000 habitantes, como lo es por ejemplo la localidad gaditana de Chipiona, donde un ex cabecilla local del PP está que se lo llevan los mismísimos duques del infierno por el hecho de que el PSOE haya incluido en sus listas para el Senado a una ex concejala de su pueblo a la que él tiene doblemente denunciada por diversas ex actuaciones presuntamente pavorosas. Tales denuncias están aún en mero trámite, pero, lejos de achantarse ante la lentitud de las diligencias judiciales, el ex capitoste ha optado por insistir en el argumento de que se trata de una casi imputada, de una precondenada, de una predelincuente que el día menos pensado, en cuanto los jueces se espabilen, será más carne de presidio que de cámara alta. 


Resulta evidente que estamos ante una versión chipionera de Regreso al futuro, comedia de enredos temporales de la que acabamos de celebrar el trigésimo aniversario de su estreno. Y se pregunta uno: ¿tendrán en la sede del PP de Chipiona una bola de cristal en la que el porvenir se manifiesta con la nitidez de un guiñol? Cosas más raras se han visto, como por ejemplo el noviazgo tripartito entre Mas, Junqueras y Baños, que a estas alturas son ya los prepadres de la prepatria catalana, en un revoltijo admirable de miembros de la alta burguesía y del anticapitalismo, de herederos de la corrupción tradicional y de paladines de la anticorrupción, con un grado de armonía equiparable al de aquellos folletos de los testigos de Jehová en que el león yacía junto a la oveja, el niño junto al lobo feroz y la gacela junto al tigre.   


La ex concejala y presenadora chipionera debe de estar, en fin, que no le llega la blusa al cuerpo, pues me temo que todo político le teme más a una preimputación que a una imputación propiamente dicha, ya que el nivel de incertidumbre de la primera supera al de la segunda, y lo que menos necesita un político son incertidumbres, al ser su materia de trabajo el porvenir y no el presente: lo que importa no es lo que se está haciendo o dejando de hacer, sino lo que se hará, pues la esencia de todo buen discurso político no es tanto la realidad en crudo como ese preterritorio mítico que nuestros prerregidores nos pintan en los programas electorales.


Si el ex dirigente del PP de Chipiona asegura que la ex concejala y presenadora chipionera es una preimputada, sus razones tendrá, y ya veremos si el tiempo y la justicia –que suele ir a contrapié del tiempo- le dan la razón. Mientras tanto, aquí estaremos nosotros, expectantes ante la resolución del precirco, del circo y del postcirco. 

.

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Prekafkiano.

O postchirigotesco, no sé.

Laro Pop dijo...

Si la señora tuviera pre instalación wifi, podría ser acusada de avatar o cosas peores, pero alguno se conectaba. Pavor causaba la niña del exorcista.
Seguro que la pre ha sufrido una metamorfosis,de ahí el miedo al cambio,
Ha elaborado una historia escrita con un surrealismo muy bueno, muy bien rematado con lo del circo, que lleva a los hermanos Marx.