La apelación al contexto es el último refugio de quienes han soltado una barbaridad en su exacto contexto de barbaridades.
El problema principal de la narratividad política es que nunca alcanza a convertirse en un cuento de hadas del todo convincente.
El problema de los pactos entre partidos políticos es que tradicionalmente se plantean como un
chantaje mutuo. A costa de lo que sea, con excepción -por supuesto- de
los intereses estratégicos de quienes deberían asumir los pactos no
desde una mentalidad pandillera, sino como un deber ineludible de servicio.
Si los siervos de la gleba nos tragamos a diario los sapos que nos echan los políticos, no va a pasar gran cosa por el hecho de que ellos se traguen de vez en cuando algún que otro sapo, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de nuestros representantes son sapos convertidos en príncipes gracias a nosotros.
Si los siervos de la gleba nos tragamos a diario los sapos que nos echan los políticos, no va a pasar gran cosa por el hecho de que ellos se traguen de vez en cuando algún que otro sapo, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de nuestros representantes son sapos convertidos en príncipes gracias a nosotros.
PLANETA TIERRA
He oído decir a más de uno que Gabriel García Márquez es un escritor poco menos que de merengue y que Dickens es un novelista populachero.
He oído decir a más de dos que Nadal no sabe jugar al tenis.
He oído a varios sostener, como un dogma incontestable, que las imágenes del hombre en la Luna son de estudio.
Alguien dijo que la vida es sueño.
Estoy deseando que alguien me diga que nuestra realidad es la pesadilla de una máquina.
He oído decir a más de uno que Gabriel García Márquez es un escritor poco menos que de merengue y que Dickens es un novelista populachero.
He oído decir a más de dos que Nadal no sabe jugar al tenis.
He oído a varios sostener, como un dogma incontestable, que las imágenes del hombre en la Luna son de estudio.
Alguien dijo que la vida es sueño.
Estoy deseando que alguien me diga que nuestra realidad es la pesadilla de una máquina.
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2 comentarios:
Ya lo hicieron los Wachowski!
Yo no sé de política, pero parece que los políticos tampoco.
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