domingo, 19 de octubre de 2025

LOS METAFÓRICOS

 (Publicado ayer en prensa)


Ayer se clausuró en Arequipa el X Congreso Internacional de la Lengua Española y piensa uno que en la programación académica hubiese encajado un coloquio entre Ábalos y Koldo en torno al uso del lenguaje figurado como maniobra de despiste y al empleo de la metáfora como recurso delictivo, habilidad que les atribuyen la UCO, los jueces, los fiscales, los periodistas y todo el país, salvo ellos dos.

En cualquier caso, sean inocentes o culpables, hubiese estado bien que dilucidaran filológicamente ante la comunidad filológica el empleo del término “chistorra” para referirse a los billetes de 500 euros en el mundo específico del hampa de guante blanco, que ellos parecen conocer bien, al menos de oídas, así como que ofrecieran su hipótesis sobre detalles más concretos: ¿por qué identificar el color morado de esos billetes con la chistorra, que es rojiza, y no con la remolacha, pongamos por caso?

Como es natural, ambos niegan que, cuando hablaban de chistorras, hablasen de billetes, y no hay motivo para dudar de su palabra, a pesar de que los indicios pueden indicar que algo raro había. Sea como sea, yo al menos creo en su inocencia, convencido de que lo suyo no era un entramado criminal, sino un mero juego literario que se traían entre ellos.

Por ejemplo, si Koldo avisa en el año 2019 a su entonces mujer de que ha conseguido 2000 chistorras, hay que ser un poco enrevesado para suponer que se trata de 2000 billetes de 500, ya que lo normal es que si a una persona le gusta la chistorra, la compre por miles, no por unidades, y más aún si tiene previsto organizar una barbacoa. De modo que por ese lado bien, aunque una maliciosa voz mental nos susurre que el consumo de tanta chistorra no puede ser bueno, entre otras razones por lo de las grasas saturadas. En cualquier caso, tanto Ábalos como Koldo, ante la suspicacia popular y judicial, se han acogido al “Me gusta la fruta” de Ayuso, convenientemente transformado en “Me gusta la chistorra”, y todo arreglado.

Chistorras aparte, la UCO da por hecho que cuando hablaban de “lechugas” se referían a los billetes de 100, que son verdes como los cogollos de Tudela. No sé yo, la verdad. Igual es que a los dos les gusta la lechuga, a pesar de que la Naturaleza no creó la lechuga para que gustase a los humanos, que únicamente la comemos por tomar algo verde que compense el consumo masivo de chistorra, no porque nos agrade. Ni siquiera en la poesía bucólica encontramos una sola mención a la lechuga, por no ser verdura de prestigio lírico, sino un producto que rechinaría en los prados amenos de Garcilaso de la Vega.

Por lo demás, los billetes de 200 euros serían presumiblemente “soles” en la presumible jerga privada de nuestros dos prohombres. Y eso sí es poético: 200 euros como 200 soles.

Ay, el maldito parné.


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