lunes, 22 de abril de 2024

SUEÑOS DE PODER

 (Publicado en prensa)



Cada mañana, nada más abrir los ojos, me hago la misma pregunta: “¿Cómo habrá pasado la noche Puigdemont?”. No puede uno calibrar en qué medida el hecho de dormir en tierra extranjera influye en el rumbo de los sueños, ya que se priva al individuo del beneficio sedante de los efluvios patrióticos, pero, puesto a fantasear, me permito la suposición de que nuestro más ilustre exiliado tiene un sueño recurrente: una vez instaurada la República Catalana, quitan la estatua de Colón y la sustituyen por una suya, señalando con el dedo índice en dirección a Waterloo, como recuerdo de una etapa oprobiosa. Es lo menos que se merece un mártir.

         Al hilo de esto, caigo en la cuenta de que sería interesante que los políticos, al igual que hacen público su patrimonio, nos informasen sobre sus sueños, no por promover entre la ciudadanía chismorreos freudianos, sino para hacernos una idea de qué late en su subconsciente, pues de su vida consciente –más o menos- ya tenemos noticias de sobra.

         Por ejemplo, que el presidente del Gobierno nos revelase, no sé, que en sus sueños se le presenta no diré que Dios en persona -porque eso resulta improbable incluso para alguien con un sólido superego, que como mucho es recibido por el Papa-, pero sí al menos san José de Cupertino, aquel fraile napolitano que se especializó en el difícil arte de la levitación, hasta el punto de ser tenido como patrono de todo el que se anima a volar en aeronaves, ya sea en condición de piloto o de pasajero, y cabe suponer que incluso de los tripulantes de ovnis. “Haz de la necesidad virtud”, podría insistirle el santo al presidente, y el presidente, entre las brumas del soñar, llegaría a la conclusión de que su necesidad básica consiste en seguir siendo presidente, lo que, una vez reingresado él en la vigilia, le llevaría al siguiente razonamiento: “Si mi necesidad es esa, mi virtud sería la misma”.

         El caso del líder del PP sería tal vez distinto: no se le presentaría en sus sueños un santo, sino una de esas meigas chuchonas que, según quiere el folclore gallego, chupan la sangre a los durmientes. Le diría la meiga: “No te hagas mala sangre, Alberto, que después eso se nota en el sabor. Tú no eres presidente porque no quieres”. Y el que no quiso ser presidente le diría en el Congreso al presidente que siempre quiso serlo: “Yo no soy presidente por culpa de san José de Cupertino. Que conste en acta”.

         Me permito proponer desde esta tribuna, en fin, que en el BOE se publique a diario el relato de los sueños de nuestros gobernantes. Igual así logramos entender algunas cosas.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocia a este San José, pero creo que si levitava , pero levitar es una cosa personal , es un vértigo que tiene que ver con la gravedad , seguramente Cupertino tomaba plantas alucinógenas que te hacían creer que era tan liviano que parece que estás flotando y si tienes un vaso en la mano no te pesa aunque esté lleno , es así y así me lo contó un amigo , le pasó viendo un concierto de doctor Feelgood y Wisbone Ash en una plaza de toros del norte de España . Mi padre creía en la bilocacion y yo también, a veces cuando estas en un quirófano a punto de morir tu padre o tu madre difuntos aparecen a tu lado para insuflarte vida, a mi padre le paso tal cual .
Lo que ocurre hoy ya lo soñaron nuestros ancestros , tenían una sinapsis pura y vivían una realidad mágica donde los sueños y la realidad eran lo mismo , esos sueños se escribieron , están en nuestro adn , los escribió Homero , Seneca y sobre todo el gran Ovidio . Lo de Waterloo muy bueno pero si tengo que poner banda sonora , con respeto a Abba, me inclino por Autos de Choque de Bumbury :
Nos hacen sudar sangre
En autos de choque sin volante
Monsergas moralizante
Vigilantes de las costumbre
Y manuales de urbanidad

El arte debe ser el germen de un futuro mejor , el arte da felicida y fortaleza

Anónimo dijo...

Así pensando , aunque yo intuitivamente relaciono su zrticulo con la realidad mágica, volví a leerlo y me ha resultado muy profundo y sorprendente, usted habla de la teoría entropica , de la segunda ley de la entropía , de que si escribieran sus sueños conoceríamos el futuro , de un mundo codifico y virtual donde las leyes físicas son el fruto de la realidad de nuestros sueños , estuve leyendo a Melvin Vopson y me cuadra , el universo se rige por un código , Matrix no fue un invento cinematográfico, no digo que usted crea en esto , pero ha desarrollado algo tan metafísico, algo que ya planteaban Aristoteles y Platon , hay que ser muy buen escritor para escribir algo tan genial como de pasada , que me haya llevado a pensar en algo que puede resultar surrealista pero que para mí es verdad , además casualidad porque conozco a Vopson de hace muy poco y aporta pruebas , pero la segunda entropía es mi Dios , es algo espiritual y aunque resulte un dios de un submundo , todos lo son , el arte es así , la literatura nace del Alma, algo que no sucede con las palabras , por eso es mejor escribir mucho que hablar mucho