sábado, 31 de diciembre de 2011

AGENDA NUEVA


Somos muy de rutinas, pero cada año que empieza trae consigo una pequeña alteración de pequeñas rutinas. Cambias de agenda, por ejemplo, y te encuentras con unas páginas en blanco que, a lo largo de las semanas y los meses, irán llenándose de citas, de números de teléfono, de anotaciones urgentes y sintéticas, de cifras, de tachaduras, de nombres conocidos o extraños, de direcciones electrónicas que parecen la clave secreta para activar una bomba atómica, porque la verdad es que todas las agendas se dan la pinta de ser el cuaderno íntimo de un espía.

Se nos llena la agenda, en fin, de anotaciones, aunque pensemos de forma melancólica que en nuestra vida no ocurre nada de nada, lo que se dice nada, y toda esa caligrafía rápida y deforme será la prueba del entramado confuso que conforma el paso de los días, idénticos casi siempre entre sí, pero misteriosamente diversos, porque cada hora que pasa es única, aunque nada la diferencie de la hora precedente, aunque nada la distinga de la hora por venir. Hay una magia modesta en cada instante de nuestra vida, así nos parezca toda ella un sopor cíclico, un bostezo que anuncia otro bostezo.

“Llamar a primera hora a G. González”, apuntas el 2 de febrero, y ya en marzo no recuerdas quién es ese o esa G. González, porque se ha convertido en un fantasma más de los muchos que pululan por tu agenda, que acaba siendo un libro enigmático, hecho de fragmentos de realidad, escrito desde el respeto más estricto a la realidad, esa realidad en miniatura que es nuestro día a día, esa realidad diminuta e intransferible que no podemos comprender del todo, porque su fluir no está sujeto a ningún tipo de secuencia lógica, sino a una norma que es a la vez absurda y práctica: situarnos en el mundo.

A pesar de la llegada del nuevo año, tendremos que pasarnos unos meses recurriendo a la agenda del año anterior, porque hay anotaciones en ella que siguen vigentes, pues quedaron cosas a medio hacer, o postergadas, y nos damos cuenta entonces de que la vida está condenada a ser una retrospección permanente, un regreso continuo a un tiempo que murió de muerte natural, pero cuyo espectro sigue dando tumbos por nuestro presente fugitivo. Trae el año nuevo una nueva agenda y también un inconcreto propósito de corrección de nuestra vida, de abordar los proyectos aplazados, de pactar en términos justos con el paso del tiempo.

Tenemos sobre la mesa nuestra agenda flamante, apenas garabateada todavía. Y piensa uno que cada 1 de enero deberíamos hacer en ella una anotación práctica: “Ser feliz”. Aunque en la calle haga frío. Aunque haga frío dentro de nosotros. Como si esa frase de esencia quimérica fuese un talismán. Por si acaso, en fin, hubiera suerte.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

EL ESTUPOR

Esos políticos elegidos democráticamente aplaudiendo con fervor a un rey impuesto por Franco y que cobra 292 .000 euros anuales por leer mal los discursos que le escriben otros y cuya actividad intelectual más relevante consiste en montar en moto... Etcétera.

lunes, 26 de diciembre de 2011

FRASES SUELTAS, 2

Era tan rica, que no disponía de un fondo de armario, sino de un armario sin fondo.
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Los antiguos romanos, estatuas; los políticos actuales -así sean alcaldes de pueblos menores de 5.000 habitantes-, retratos al óleo. Para que no les escape la posteridad misma, como quien dice.
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El flamante ministro de economía, que era ejecutivo de Lehman Brothers en el momento del zambombazo, ha entrado pidiendo "reformas". De acuerdo. ¿Qué tal una reforma del código penal que dictamine prisión preventiva para todos los ejecutivos de Lehman Brothers?

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Era tan aprensivo, que cogió la gripe y se suicidó.

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jueves, 22 de diciembre de 2011

PENITENCIAS NAVIDEÑAS


¿Fiestas navideñas? Habría tal vez que discutirlo, porque mucho me temo que estas celebraciones de resonancias bíblicas presentan un alto componente penitencial -aunque, dada la complejidad intrínseca del género humano, no resulta imposible conciliar el concepto de fiesta con el concepto de penitencia: ahí está la Semana Santa, o la Cuaresma, o las orgías sadomasoquistas, pongamos por caso.

En estas fiestas, por una razón o por otra, todo el mundo sufre, en buena medida porque la empresa promotora es muy partidaria del sufrimiento como vía de beatitud. El que está quitándose del tabaco, por ejemplo, lo pasa fatal, ya que la tentación de reincidir en el hábito de echar humo se acrecienta, y lo más probable es que recaiga. El que fuma de modo habitual termina envenenado de alquitranes, porque fuma el doble. El que nunca fuma acaba -por quién sabe qué repente dionisiaco- con un habano entre los dientes, o con un cigarrillo que sujeta con mano inexperta, porque estas fiestas invitan no sólo al exceso, sino también a la extravagancia y al viaje astral.

La persona que está a dieta acaba perdiendo el control y se pone hasta el cogote de pestiños y chocolate, de licores y mantecados, de salsas barrocas y de turrones, y luego se las tiene que ver con su conciencia, que no entiende de improvisaciones. El gordo engorda. El flaco engorda. El que tiene úlcera puede acabar en urgencias. Los triglicéridos hacen su agosto. El que apenas suele comer acaba indigestado. El alcohólico anónimo no se resiste a mojarse los labios en una copa de champán después de las doce campanadas. El que nunca bebe se toma un par de copas. El que acostumbra tomarse un par de copas acaba tomándose cuatro, y los que gustan de tomarse cuatro acaban con ocho encima, y hasta es posible que canturreen, porque el beber y el canturrear son artes complementarias. Incluso los niños acercan sus labios aventureros a la copa de espumoso, y los padres no dudan en celebrar esa temprana curiosidad enológica, entre otras razones porque ellos están ya hasta la nariz de destilados.

Como hay que hacer regalos, los pobres acaban siendo más pobres y los ricos un poco menos ricos. Como hay que comer y beber más de lo prudente, se hace un gasto imprudente en el supermercado, y allá penas. Para acrecentar el aire penitencial de estas cadena de festividades, los niños se aburren en casa, marcando con un círculo, en el catálogo de juguetes, las cosas que necesitan para seguir viviendo. Pasan ellos los días de tregua colegial soñando con artefactos prodigiosos, pero esos artefactos no podrán disfrutarlos hasta un par de días antes de volver a clase, cuando ya dispongan de horas muy contadas para jugar: una variante infantil del mito de Tántalo. Los adultos se desesperan al ir a comprar regalos para otros adultos, que ya tienen de todo, incluso lo que les sobra. Y acaban comprando, quieran o no, como una fatalidad que ni ellos mismos se explican, corbatas y alfileres de corbata, pitilleras y pañuelos, abrecartas y encendedores, y a lo sumo –si se trata de un familiar cercano- un pijama de fibra térmica con estampados geométricos.

De todas formas, y en la medida de lo posible, felices fiestas.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

LLANTINA NACIONAL


Si los norcoreanos se ponen así, a llorar como grifos, cuando se les muere un dictador, no quiere uno ni pensar cómo se pondrán cuando se les muere el gato o el perro.

sábado, 17 de diciembre de 2011

DISCURSO PRENAVIDEÑO


Como cada año, es para mí un honor y una responsabilidad dirigirme a todos los españoles y españolas en estas señaladas fechas prenavideñas. Fechas que marcan un hito colectivo en cuanto a consumismo y fraternidad, con la mirada fija en unos objetivos sociales que a todos nos afectan.

Vivimos tiempos difíciles, pero es en la dificultad donde las grandes naciones encuentran el impulso necesario para impulsarse. Impulsarse hacia adelante, no hacia atrás, como desgraciadamente hemos presenciado en ocasiones en países amigos, víctimas hoy del anonadamiento económico del que nuestra firme democracia se manifiesta como garante, aunque al revés, pues lo que nos garantiza es la fuerza y el estímulo necesario para esquivar ese fatal anonadamiento al que antes me he referido. Porque si bien es cierto que las dificultades hacen que todo sea más difícil, también lo es, y en no menor medida, que lo sencillo vuelve todo demasiado fácil, y los grandes empeños requieren un esfuerzo común y un doloroso sacrificio que sólo los ciudadanos de buena fe estamos dispuestos a afrontar, siempre con la sonrisa en los labios, pues nuestra experiencia en el duro campo de la adversidad nos otorga un aval milenario de compromiso y abnegación.

No quiero dejar pasar por alto la ocasión de brindar todo mi apoyo a quienes, desde el convencimiento europeísta, viajan al menos una vez al año a Europa, sin distinción de zonas, pues mantengo la convicción de que Europa constituye una construcción global que requiere el esfuerzo y la ilusión de todos. Repito: son tiempos difíciles, pero no por ello debemos cejar en nuestros afanes de igualdad y de legalidad, de legalidad y de igualdad, pues entre todos y todas, juntos y juntas, sabremos convertir nuestros proyectos en realidades.

No puedo olvidarme de quienes en estas fechas prenavideñas se preparan a conciencia para entrar de lleno en las fiestas navideñas, ya sea disfrazándose de Papá Noel o de rey mago, ya sea de pastorcillo en los belenes vivientes o de Virgen María, ya sea preparando cestas navideñas o reponiendo polvorones en los grandes almacenes. No dudo que el esfuerzo conjunto de todos y de todas dará como resultado un resultado conjunto.

Y, por último, me gustaría hacer una llamada a la esperanza. Vivimos tiempos difíciles, como creo haber dicho ya, pero no tan difíciles que resulten imposibles. Lo mismo les ocurre a los escolares con las matemáticas, por ejemplo, aunque, con la ayuda de sus profesores, lo imposible se convierte en meramente difícil, lo que es buena prueba de una superación digna de elogio y de respeto dentro del marco de la Unión Europea y, sin ir más lejos, mismamente de España.

Si sabemos encontrar el rumbo, nuestro timón no dudará qué rumbo seguir. Si acertamos a mantener firme el timón, llegaremos a puerto. Si comemos demasiado turrón, nos caerá mal.

Felices prefiestas.

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viernes, 16 de diciembre de 2011

FOMENTO DE LA LECTURA

En el ÍNDICE DE LIBROS PROHIBIDOS del Opus Dei (http://www.opus-info.org/images/8/84/Index_2003.zip) correspondiente a 2003 -supongo que habrá actualizaciones, aunque no va a ponerse uno a buscarlas- encuentro tres libros míos, calificados como sólo aptos para lectores "que tengan formación", ya que puede haber "escenas o comentarios inconvenientes". Para su lectura es necesario el permiso de un director espiritual, de lo cual se deduce que los directores espirituales del Opus se pasan la vida leyendo.

Al mismo tiempo que descubro ese INDEX, que tanto honra a sus víctimas, leo la siguiente noticia:

Hasta 20.000 menores sufrieron abusos en la Iglesia holandesa desde 1945


Otra cosa no sé, pero paradójica sí que es esa multinacional: la pederastia, indiscriminada; los libros, con filtro.

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lunes, 12 de diciembre de 2011

VIDA PALACIEGA

Se dijo el yerno: "Donde fueres, haz lo que vieres".

viernes, 9 de diciembre de 2011

DELICIAS MEXICANAS


Los folletos de promoción turística suelen ser mentirosos, porque su función consiste en vender espejismos, y el comercio de espejismos requiere recurrir a la artimaña.

Tengo sobre la mesa uno de esos folletos, dedicado a la venta de espejismos mexicanos, y, curiosamente, su información parece sincera. Para incitarnos a visitar México D.F., por ejemplo, nos tienta con la siguiente información: “Allí encontrará los murales más grandes del mundo, miles de flores, tacos y un museo dedicado a Frida Kahlo. ¿Alguien da más?” Pues mire usted, qué quiere que le diga: es imposible que alguien dé más que eso, para qué vamos a engañarnos, de modo que empezamos de forma inmejorable.

A continuación, se nos detallan los atractivos principales de Oaxaca: “Guisos con chocolate, bebidas con gusano dentro, despedidas de soltera a palos y surferos entre tortugas marinas”. Ignora uno en qué consiste una despedida de soltera a palos, y habría que consultar al Instituto de la Mujer para enterarse de si no constituye una práctica censurable, pero la perspectiva de mantener una dieta de guisos chocolateados, de contar como digestivo con un licor lleno de gusanos muertos y de quemar luego las calorías del chocolate haciendo surf entre tortugas es algo que no tiene comparación con nada.

De Puerto Vallarta nos dice el folleto: “Aquí vienen las ballenas jorobadas a hacer el amor. ¿Se anima?”. Y de repente se nos despierta un poco la susceptibilidad: animarnos ¿a qué?

Tras este pequeño incidente psicológico, la descripción de las maravillas continúa: “Hay que advertir que en México todo se cocina con chile. Y aquí el chile no pica, sino que arde”. No puede decirse, es cierto, que la boca se nos haga agua, pero sí que se nos hace fuego, de modo que enseguida encontramos un paliativo: “Eso se arregla con una maleta llena de Almax”, porque, entre los guisos con chocolate, los licores con gusanos y el chile, el aparato digestivo puede ponerse un poco impertinente. Además, según aclara el folleto, “existen algunos platos que no llevan chile, como las quesadillas de flor”. Por si todo esto fuese poco, el folleto ofrece una de las informaciones más consoladoras del mundo: “Si usted ha bebido demasiado, los mexicanos han inventado dos ingeniosos remedios. El caldo picante de camarón es muy popular para aliviar la resaca. Pero si se busca algo más drástico, por unos pesos puede recibir una descarga eléctrica que le quitará la borrachera de golpe”.

En fin, yayayayai, manitos. Viva México, pinche guey. Y viva Zapata. Para allá voy volando, cuates del alma. Esperadme.

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sábado, 3 de diciembre de 2011

LA VARITA MÁGICA


En nuestro ambiente global de pesimismo y pesadumbre, muchos políticos se han acogido a una frase que mezcla la sinceridad con el cinismo: “No tengo la varita mágica para solucionar los problemas”. De acuerdo, no resulta fácil conseguir una varita mágica, a no ser la que viene en el juego de Magia Borras. Pero si no tienen ustedes la varita mágica, dejen paso a quienes la tenemos.

Después de reflexionar durante algo menos de una hora, creo haber encontrado la solución al problema del paro en España, y calculo que se trata de una solución exportable a cualquier país del ámbito capitalista, incluidas China y Corea del Norte. La solución es tan sencilla que me cuesta asumir que no se les haya ocurrido antes a las mentes filantrópicas que nos rigen: conceder a todos los parados un cargo público. Tan fácil como eso: millones de concejales, ministros a centenares, subdirectores a mansalva, subsecretarios a porrillo, consejeros a espuertas, viceconsejeros en tropel… En el peor de los casos, cada parado podría ser concejal de sí mismo: “Me llamo Pedro Pérez y soy concejal delegado de Pedro Pérez. La función de mi concejalía consiste en resolver los problemas específicos de Pedro Pérez”, y así con todo el censo de parados, salvo que el interesado prefiriese seguir siendo un ciudadano menesteroso y melancólico en vez de una estrella solvente de la gestión pública.

Una vez convertidos todos los parados en políticos, sería cuestión de asignarles un sueldo acorde con su jerarquía, de arreglarles un plan de pensiones tranquilizador, de habilitarles un despacho, de ponerles a la puerta un coche oficial para usos más o menos institucionales, de fijar el monto de sus pagas extra, de suscribirles un seguro médico privado, de asignarles unas dietas para cuando tengan que tomarse más molestias de las habituales, de facilitarles una tarjeta de crédito para que puedan comer y convidar gratis en los restaurantes de confianza y hospedarse en hoteles confortables cuando anden por ahí de misión especial, viajando por supuesto de balde, y a ser posible en primera; de buscarles un puesto complementario en alguna empresa pública, que tan beneficiosas resultan, etcétera, porque nunca se sabe con exactitud qué necesidades pueden presentárseles a los políticos en el curso incierto del ejercicio de sus funciones.

Ese desembarco masivo de parados en la política activa traería consigo una agilización de la gestión pública, porque sólo tendríamos que salir a la calle para cruzarnos con algún ministro o consejero y exponerles nuestras tribulaciones específicas; activaría, además, la ilusión democrática de la gente, porque no hay ciudadano más contento con su trabajo que un político.

¿Tan difícil era caer en la cuenta de esta solución? Pero no hace falta que me den las gracias. Uno es así.


(Publicado hoy en prensa)

martes, 29 de noviembre de 2011

FRASES SUELTAS


La inspiración, ¿por qué se supone que desciende?

UNICORNIO. Especie extinguida por su falta de decisión a la hora de embestir.

El genio suele ser precoz, pero –por suerte o por desgracia, quién sabe- la genialidad suele alcanzarse a su debido tiempo.


El género humano tiene vocación de polemista, a veces hasta extremos que resultan polémicos.

El sentimiento es algo que casi siempre se equivoca, pero que casi siempre tiene razón.

jueves, 24 de noviembre de 2011

PREGUNTA REAL


¿A un rey no le da vergüenza ser rey?

martes, 22 de noviembre de 2011

UNA GREGUERÍA FALSA


Las estrellas son las tachuelas de plata que sostienen la noche.

viernes, 18 de noviembre de 2011

EL ARCHIVO BALCELLS






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Nuestra época parece proclive a la atribución de prestigios y de heroísmos desconcertantes.

“Carmen Balcells posee puesto fijo en la literatura mundial”, leíamos ayer en EL PAÍS. (¿Como Shakespeare, como Proust, como Cervantes, como Kafka…?) “A la hora del business soy implacable”, afirmaba por su parte la poseedora de ese puesto fijo.

En estos días se glorifica la importancia del archivo de su agencia literaria. Un archivo de empresa, al fin y al cabo, aunque entre los proveedores se contasen escritores célebres. Al fin y al cabo, business, como quien dice.

Con respecto a ese archivo, Balcells tuvo al menos tres habilidades, a saber: la primera de ellas, quitárselo de encima; la segunda, vendérselo al Estado por 3 millones de euros; la tercera, hacer que la venta pareciera un regalo al Estado.

Ahora nos enteramos de que en 1991 Balcells propuso a Gil y Gil el encargo de un libro a Camilo José Cela sobre Marbella, a cuya alcaldía acababa de acceder el tal Gil para poner en marcha su carrusel de corrupción y de matonería. El precio lo fijaba Balcells en 250 millones de pesetas.

Según informa hoy igualmente EL PAÍS, “para vestir la oferta, se enumeran una serie de medidas relacionadas con la idea, que incluyen la grabación de un anuncio con Cela en coche ("un Morgan o un Saab descapotable" para diferenciarlo del Rolls con el que realizó su segundo viaje a la Alcarria), que estaría conducido por Marina Castaño”. El proyecto no prosperó, aunque sospecha uno que el fracaso de la operación no se debió a un fogonazo de sentido común por parte del alcalde ni desde luego a la falta de insistencia de la agente. Falló algún factor misterioso en aquel business.

Lo dicho: heroísmos desconcertantes: de comerciante eficiente a gloria -con puesto fijo- de la literatura mundial.

Quién pudiera.


P.D. Carmen Balcells ha enviado un requerimiento al Ministerio de Cultura para que impida el acceso público a su archivo. El chiste continúa.

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jueves, 17 de noviembre de 2011

EL DEFRAUDADO





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Minutos antes de morir, el contralmirante confesó: “He navegado por los siete mares y apenas habré visto un millar de sirenas”.


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jueves, 10 de noviembre de 2011

MISTERIO CAPILAR

La pregunta parece de broma, pero la verdad es que el misterio me inquieta: ¿alguien sabe de qué material está hecho el nuevo pelo de Berlusconi?

sábado, 5 de noviembre de 2011

EL COCHE FANTÁSTICO


La alcaldesa de un municipio de cuyo nombre no vamos a acordarnos ha decidido instalar un desfibrilador en su coche oficial. La alcaldesa, de cuyo nombre tampoco vamos a acordarnos, es médico de profesión y tuvo una experiencia mala: no pudo salvarle la vida a un accidentado en la carretera, de modo que se acogió a un razonamiento impuro en el que se confundía lo emocional con lo profesional, y de ahí lo del desfibrilador. La oposición está que trina, y no sólo por ser oposición. La alcaldesa tiene de su parte la lógica de la razón sentimental. La oposición tiene de la suya la lógica de la razón política: si en todo el municipio sólo hay cuatro desfibriladores, resulta chocante que uno de ellos esté instalado en el coche oficial de la regidora, por si acaso se viera en el trance de tener que socorrer a otro accidentado, circunstancia que tal vez podría reputarla de gafe.

Cabe esperar que el próximo alcalde o alcaldesa que vaya a ocupar el coche sea también médico y no perito agrícola, pongamos por caso, porque entra dentro de lo probable que un perito agrícola se haga un lío con el desfibrilador y acabe sustituyéndolo por un juego de azadones y cavadoras, herramientas más acordes con lo suyo.

Puestos a dotar los coches oficiales de complementos, los alcaldes y alcaldesas podrían llevar en el maletero una estaca, una ristra de ajos y un crucifijo, por si algún día, al volver de madrugada de un acto institucional, tuvieran que enfrentarse al conde Drácula. Si de lo que se trata es de ejercer el humanitarismo, podrían llevar fiambreras con filetes rusos, por si se cruzaran con un mendigo hambriento, que alguno que otro hay. En estos malos tiempos para el empleo en particular y para la vida en general, tampoco estaría de más que llevasen un contrato laboral con los datos del beneficiario en blanco, para rellenárselo en el mismo arcén a un jornalero en paro cuando el alcalde o la alcaldesa acudiese en su coche oficial con desfibrilador incorporado a una reunión provincial para el fomento del empleo, o similar.

Lo que no entiende uno es que la alcaldesa en cuestión se conforme con un desfibrilador, cuando lo suyo sería que adoptase como coche oficial una UCI móvil, que ofrece sin duda más opciones de socorrismo.

El problema más común de las decisiones de los políticos es que acaban resultando poco políticas. Se levanta un político un día con la mente un poco espesa y lo mismo acaba instalando un artilugio en el coche oficial que convocando un referéndum peligroso, lo mismo aceptando comisiones que concibiendo un aeropuerto inútil. Cuando la política se mueve por impulsos y ocurrencias, suele dejar de ser política para convertirse en otra cosa: en un juego de azar. Hay impulsos acertados, sí. Hay ocurrencias afortunadas, sin duda. Pero, en general, qué miedo.

viernes, 28 de octubre de 2011

LEMA DEL POLÍTICO HEDONISTA

El estado del bienestar bien entendido empieza por uno mismo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

SÍMIL EJECUTIVOS



Suben diligentes al tren. Resultan inconfundibles: un traje que les queda un poco holgado o un poco estrecho, con brillo de mucha plancha y mucho uso; una corbata de esas que regalan con la compra del traje en cuestión, con un nudo de simetría discutible; una camisa de las que, si te llevas un par, salen muy baratas, porque ya de por sí son baratas… Cuidan poco, eso sí, el calzado: esos zapatos vencidos y polvorientos, agrietados por las muchas caminatas, de textura mate, con suelas gordas de goma. No parecen saber que los zapatos son muy delatores.

Nada más tomar asiento, o incluso antes, ya están hablando por teléfono: “Dile a Juanchu que o me da una respuesta antes de las 12 o no hay trato”. Todos tienen una voz potente, capaz de llenar por sí sola el vagón. Otro dice: “Pereda me ha mandado el balance de su empresa, pero dile que se lo meta por el culo. Que eso no se lo cree ni su madre”. Suelen ser jóvenes. Cuando negocian dos o tres a la vez con sus interlocutores respectivos, el vagón parece un teatro de la ópera, en pleno duelo de tenores. No faltan las arias de estrépito: “Diles a los de Corfisa que por menos de 100.000 euros ni siquiera nos tomamos la molestia de hablar con ellos”. Te levantas con disimulo para observar al que cobra 100.000 euros por hablar con él: una corbata roja brillante, rígida como un pimiento; su trajecito de 90 euros, su camisa de rayas apasteladas, sus mocasines de piel sintética. En el extremo norte del vagón salta otro: “¿Juanmari? Mira, he estado hablando con el director general de Porpunsa y me ha dicho que su última oferta es de 45.000 unidades al mes. Yo le he dicho que se vaya al carajo”. Usan palabras duras, de individuos curtidos en la matonería mercantil. Palabras duras y zapatos blandos.

Pero de repente entiendes que todo se trata de una representación. Esos pobres muchachos disfrazados de ejecutivo son en realidad figurantes de una teatralización patrocinada por el ministerio de Fomento para crear un espejismo colectivo de actividad empresarial, de trasiego incesante de dinero y mercancías. Comprendes que se trata de actores en paro que simulan hablar con alguien por teléfono, aunque en realidad no hablan con nadie. Que la ropa que llevan es prestada y que por eso los trajes les quedan apretados o fofos. Que no existe Pereda ni existe Juanchu, ni mucho menos Corfisa o Porpunsa. Que están allí con un bono de RENFE, yendo y viniendo dos o tres veces al día de un sitio a otro, repitiendo un guión: “¿María? Tienes que sacarme dos billetes para volar a Bruselas el viernes. Y resérvame mesa para hoy en Jockey. Para seis, porque vendrá el director general”. Con voz más baja, un hombrecillo en mangas de camisa marca un número: “Joselito, que dice Manolo que le mandes esta tarde al bar una caja de patatas fritas”. Y te sientes aliviado de volver a la realidad.

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lunes, 24 de octubre de 2011

UN POEMA


En EL CULTURAL, junto al artículo sobre Leonard Cohen, se publicó el viernes este poema mío hasta entonces inédito. Va.




LOS MIRLOS


Ahí los tienes:

la orquesta de los pájaros miméticos,

su falsificación aleatoria

de ruidos robados al azar,

sus trinos de fantoches aplicados.


Ocultos en las ramas,

fugados al calor de primavera,

con su negrura de augurio,

con su memoria de organillo mecánico,

leyendo partituras

escritas en el aire,

su ser para la nada,

su canto cristalino y cacofónico,

conforme al algoritmo del quién sabe,

payasos musicales portentosos,

tensando la mañana con el arco

de su garganta pura y desquiciada.


Ahí los tienes de nuevo, y aquí tú:

los artesanos de lo etéreo,

nuestras alas de cera,

el canto dado a nadie

y porque sí.


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viernes, 21 de octubre de 2011

LEONARD COHEN


Leonard Cohen ha conseguido reducir su voz a un susurro hipnótico. ¿Por merma de facultades? Sí, pero quizá también por privilegio de su destino: su voz es algo que está ya por encima de la voz, algo que ha logrado convertirse en la metáfora frágil de sí misma, en una fantasmagoría, purificada. Es la salmodia penumbrosa del superviviente, con su traje gris de empleado discreto de funeraria, con su borsalino de hampón dandístico, con su figura descoyuntada de anciano arrullador de batallas antiguas del sentimiento, galán en sus ocasos triunfales, con su sonrisa beatífica propia del monje budista que es, conocido en los monasterios del ramo como Jikan Dharma, que significa el silencioso.

Leonard Cohen sale al escenario con pasos alegres de duendecillo del país de las tinieblas amables. Se arrodilla. Junta las manos en gesto de plegaria. Se destoca. Sonríe. Da las gracias. Empieza su conjuro. Sus canciones nos llegan desde muy lejos: los adolescentes de los 70 del siglo pasado que tocábamos la guitarra teníamos un repertorio de estándares en el que no faltaba “Suzanne”, aunque con cierta licencia en los arpegios, porque éramos aprendices y había que esquematizar los alardes. Aun así, aquella medio chiflada seguía ofreciéndote té y naranjas de la China. Y el Cristo -abandonado, casi humano- permanecía en su torre solitaria de madera. Y aprendías a buscar entre la basura y las flores. Y el sol caía de lleno, como una miel, sobre la dama del muelle. Etcétera. Y nosotros, en fin, bailábamos aquello con las niñas, en la noche artificial de las fiestas tempraneras de los sábados.

Ha pasado el tiempo y ahí siguen sus canciones, más intensas aún porque se han aliado con el tiempo nuestro, con el tiempo de adentro de cada cual, con la historia de cada uno. Estamos en ellas.

Conmueve este Cohen de postrimerías. Tan roto y tan poderoso. Tan de cristal y tan irrompible. Tan sujeto a la música por casi nada: por la exactitud temblorosa de la emoción, que es a fin de cuentas el todo. Este Cohen oferente y educado, con su espectáculo grandioso de susurros. Este Cohen que, con apenas cuatro notas básicas, ha sido capaz de escribir canciones que son historias, historias que son poemas, poemas que son música, música que es un himno de intimidad.

Este trovador dulzón y oscuro, amargo y luminoso, con su lentitud interior de emocionado reflexivo, con su voz a media voz, con su porte de vendedor honrado de diamantes, de hombre hecho serenamente al encogimiento de hombros y a las fatalidades prodigiosas que nos depara el mundo, como un personaje escapado de una página de Isaac Bashevis Singer, este Leonard Cohen, decía, parece venir desde muy lejos cuando sale al escenario y se destoca. Parece venir de un tiempo invulnerable al tiempo, de una intemporalidad mágica en la que los sentimientos son inmortales, mientras nosotros vamos de paso por aquí, acogidos a la indefinición y a la fragilidad, y alguien baila ante nosotros con un violín en llamas.


(Publicado hoy en EL CULTURAL del diario EL MUNDO)

LOS TRES IDIOMAS DEL FUTURO

Cuando alguien arriesga algún tipo de profecía, no puedo evitar que se me venga a la mente la imagen de un embrión de gallo que, estando aún dentro del huevo, se empeña en cantar un kikirikí.

En 1966, el poeta Gabriel Aresti entrevistó a su amigo Blas de Otero, que no dudaba en afirmar lo siguiente: "Los idiomas del futuro son tres: el ruso, el castellano y el euskera".

Por poco, ¿no?

jueves, 20 de octubre de 2011

NOTICIA CON PATIO INCLUIDO

Hay quienes aseguran que la redacción de una buena parte de las noticias que leemos en los periódicos está en manos de becarios. No puedo saberlo. De todas formas, si la mayoría de los redactores no son becarios, desde luego lo parecen, lo que viene a ser lo mismo, beca más o beca menos. (En manos de esos redactores, las noticias de tipo científico, por ejemplo, tienden a convertirse en chistes más o menos abstrusos, lo que no está mal en el fondo: de lo científico a lo cómico.)

Hoy leo lo siguiente, referido a un incidente que tuvo lugar en la casa de Esperanza Aguirre: "Dos seguidores del Real Madrid, con algunas copas encima según fuentes policiales, dieron una patada en el patio del palacete en el que vive la presidenta sobre las cuatro de la madrugada y entraron en el patio del inmueble, en el que residen otros vecinos. Los agentes de la Guardia Civil encargados de la seguridad visionaron los hechos por el vídeo de vigilancia, llamaron a la policía y los hombres fueron conducidos a comisaría".

Bien... Se deduce de esto que los madridistas, con un número indeterminado de copas encima (se infiere que se trataba de copas de contenido etílico y no de trofeos ganados por su equipo a lo largo de su historia) dieron una patada en el patio (¿?) y luego entraron en el patio, lo que no deja de ser un malabarismo difícil: primero patean el patio y luego entran en el patio. (Tampoco es pobre malabarismo el de patear un patio, aliteraciones aparte.) Se deduce también que la presidenta vive en ese palacete sobre las cuatro de la madrugada, mientras que durante el resto del día vive en algún otro sitio, en tanto que hay otros vecinos que residen en el patio del inmueble, cabe suponer que al raso. Menos mal que los guardias civiles visionaron los hechos y llamaron a la policía, porque se ve que la Guardia Civil está más por agradar que por detener.

La noticia no viene en uno de esos periódicos gratuitos que están escritos como se puede y que se leen como uno mejor puede, sino en la página 21 de EL PAÍS. Por lo demás, la noticia no la firma un solo redactor, sino dos, de lo que acaba deduciendo uno -con poco fundamento, claro está, y sin datos corroborables- que esos dos redactores son en realidad los hinchas alegres y alborotadores que patearon el patio antes de entrar en él.

Una noticia autobiográfica, en fin, como quien dice.

(P.D. Oídas luego las declaraciones delirantes de Aguirre con respecto al incidente, lo preocupante no es que un periódico esté en manos de becarios, sino que una comunidad esté en manos de semejante zumbada.)

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viernes, 14 de octubre de 2011

CUADERNOS PROPIOS, Y 3









Y con esto damos por zanjado el asunto cuadernitos...

Buen fin de semana.

REFLEXIVO

En cuestiones de esoterismos populares, lo mismo viene a dar Osho que Oshenta.

CUADERNOS PROPIOS, 2










Como todo es cuestión de empezar, en especial en lo que se refiere a desvaríos, la entrada anterior me ha llevado a revisar cuadernos antiguos, de los que cuelgo -lo siento- otras muestras.

Son cuadernos de hace unos 20 años los más antiguos. No valen nada, ya lo dije, pero no creo que estén obligados a valerlo: son herramientas.

Me entretiene traerlos aquí, y ustedes sabrán disculparme por la tontería.

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jueves, 13 de octubre de 2011

CUADERNOS PROPIOS







Un visitante de este blog me preguntaba si tenía yo cuadernos. Sí, claro. ¿Qué haría uno sin ellos?

Los míos no están a la altura ornamental -digámoslo así- de los de Trapiello -y no hay falsa modestia en la apreciación-, pero ahí van algunas muestras. No pierde uno nada... ni ganan ustedes, de modo que quedamos en paz.

lunes, 10 de octubre de 2011

CUADERNOS: JUAN RAYOS Y ANDRÉS TRAPIELLO



















Andrés Trapiello (yo no me perdería su blog: http://hemeroflexia.blogspot.com ) me señala el trabajo de cuaderno de Juan Rayos:

http://www.juanrayos.com/index.php?/moleskines/moleskine-india/


Son cuadernos muy bonitos. Merecen una visita, creo... al menos para quien guste de estas cosas.

Y, ya que estamos en trance -regocijado- de cuadernos, no dejéis de echar un vistazo a la muestra de los de Trapiello que están expuestos en su página web:

http://www.andrestrapiello.com/index.php?/mechinal/libretas-agendas-y-diarios


Los de Rayos son los propios de un artista plástico; los de Trapiello, los de un escritor -claro está- con arte de ilustrador y de tipógrafo -el mejor de los nuestros. Los de Rayos tienen afán artístico por sí mismos; los de Trapiello son cuadernos de trabaj0, tanto de escritor como de editor.


(La imagen de arriba es de J. Rayos. Las dos de abajo de A. Trapiello.)





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domingo, 9 de octubre de 2011

ESTE OTOÑO SIN SIGNOS OTOÑALES

Con este verano... ¿póstumo?, tan insistente aquí, los árboles deben de andar locos por dentro, como lo anda uno con esta indecisión meteorológica -y a veces incluso sin ella.

Miras los árboles de hoja caduca y se te ocurre que las hojas estarán preguntándose "¿Nos caemos o no nos caemos?".

Alguna que otra seguro que entretiene la fantasía de que igual resulta que es inmortal: "Como no me caigo...".


De momento, en fin, ahí siguen, dorándose, en suspenso, tan en la vida como en la muerte... como cualquiera.

sábado, 8 de octubre de 2011

RUSIA Y ROTA



Lo tradicional es que las rivalidades se produzcan entre localidades vecinas, por sinrazones tan ancestrales como difusas, pero aquí en mi pueblo las gastamos a lo grande. Ahora tenemos intimidada a Rusia.

A ver qué sesgo va tomando esta especie de guerra fría entre los rusos y los roteños...


viernes, 7 de octubre de 2011

CHESTERTON











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Abelardo Linares, en Espuela de Plata, anda publicando todo lo que encuentra -y todo lo que encuentra es valioso- de Chesterton, ese autor al que hay que leer siempre con un lápiz en la mano, para subrayar fulguraciones y deslumbramientos... aunque al final acabe uno abandonando el lápiz, porque se da cuenta de que tendría que subrayar el libro casi de cabo a rabo.

Quien alimente prejuicios ideológicos con respecto a Chesterton -tan celebrado por algunos reductos conservadores- tal vez esté perdiéndose bastante: podemos no estar de acuerdo a veces con sus conclusiones, pero resulta difícil no fascinarse con su modo de razonar, entre racionalista y mágico, en su afán de interpretar los prodigios del mundo. (Al fin y al cabo, la lectura no está obligada a reducirse a una cuestión de consenso entre autor y lector.)

En Enormes minucias -reeditado ahora con un excelente prólogo de Juan Lamillar-, se suceden los asombros: "A veces se me ocurre pensar que todas las grandes ciudades tienen que haber sido construidas de noche. Pues es sólo en la noche cuando todas las partes de una gran ciudad son grandes. Toda arquitectura es una gran arquitectura después de ponerse el sol; quizá la arquitectura es en realidad un arte nocturno, como el arte de los fuegos artificiales". (Por ejemplo.)

De repente, "el punto de intersección de lo intemporal con el tiempo", como dijo el otro, en un artículo publicado a principios del siglo XX: "El poder de la riqueza, y este poder en su forma más vil, aumenta en el mundo moderno. Un pueblo muy bueno y justo, sin esta tentación, puede quizá no necesitar establecer reglas claras y sistemas para precaverse contra el poder de nuestros grandes financieros. Pero es porque un pueblo lo bastante justo debería haberlos fusilado hace largo tiempo a impulsos, simplemente, de los buenos sentimientos nativos".


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lunes, 3 de octubre de 2011

POSTAL DE TALLIN


En Tallin, la capital de Estonia, la sorpresa de un casco histórico medieval... perfecto. Un aire medieval sin tipismos medievalistas, una Edad Media, en fin, sin medievalismos ni medievalidades previsibles, al contrario de lo que pasa en Toledo o en Ávila, pongamos por caso, donde siempre se acuerda uno, por una cosa o por otra, de don Mendo. El sustrato medieval, y luego los estratos del tiempo, normalizando aquello, dándole a fin de cuentas realidad. Los siglos XVIII y XIX como depuración. (Lo único que sobra son quizá los camareros y camareras disfrazados de taberneros del siglo XII o por ahí, pero eso tiene poca importancia al fin y al cabo, porque se ve que la hostelería, en todas partes, está sujeta a indagaciones estéticas complicadas y discutibles.)

Los desniveles propician perspectivas sorprendentes, con algo de fantasía arquitectónica, como las de aquellos dibujillos que hacía Rafael Lasso de la Vega en los billetes del metro o del tranvía.

Junto a la plaza del ayuntamiento, dos chamarileros con cosas bonitas -y horrorosas también- a buen precio. En los límites de la ciudad antigua, una librería de viejo -de nueva construcción, grande, y muy ordenada- que vemos a través de las cristaleras, porque está cerrada en domingo, como es natural. Los libros expuestos en el escaparate -muchos de ellos infantiles- lucen una tipografía impecable, con predomio de aires más o menos vorticistas, con ecos alemanes y soviéticos.

La periferia de la ciudad, en cambio, no puede ser más fea, caótica y deslavazada, porque, en cuanto a arquitectura, en casi ninguna parte del mundo parece existir tradición ni modelos ejemplares, así los tengan al lado, ni rige siquiera el socorrido recurso al pastiche, que al fin y al cabo es un gesto de humildad.

Y, de pronto, en una de las calles de acceso al centro, un edificio de la mismísima Gotham City, y se sonríe uno: allí es posible que viva Batman, jubilado de sus murcielaguismos heroicos...



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viernes, 30 de septiembre de 2011

EL SUEÑO












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Resulta lógico que casi todos los animales durmamos, ya sea de noche o de día, según nuestro sistema peculiar de depredación o de lo que sea, pero lo que no resulta lógico -ni tal vez aceptable- es que tengamos que soñar mientras dormimos. ¿Para qué sirve un sueño si no eres un oniromante como Artemidoro o como Sigmund Freud? Para nada, y la mayoría de las veces para pasar un mal rato.

Nos dormimos cuando el cuerpo se nos vence, y se supone que dormimos para descansar, aunque la mayoría de las veces nos despertamos más agotados que cuando cerramos los ojos, porque los sueños nos han trasladado a junglas difíciles, nos han hecho viajar en globo aerostático, nos han brindado la ficción de ser perseguidos por un tigre o nos han arrojado a un abismo, entre otras acrobacias. El guión de los sueños suele ser proclive a las acciones de alto riesgo, y no conozco a nadie que haya soñado que duerme tranquilamente en su cama, que sería al fin y al cabo el sueño idóneo.

El concepto de pesadilla define la condición infernal del sueño, lo que no quita que todo sueño sea infernal a su manera, pues no existe sueño que no parezca ser guiado por mano diabólica. Incluso el aventurado que sueña con su actriz predilecta acaba afligido a los dos o tres segundos de despertar, cuando comprueba que todo fue una fantasía sin más fundamento que la frustración, y entonces puede caer en la pesadilla de la vigilia, y ensombrecerse mucho por dentro, porque se da la circunstancia de que no hay sueños imposibles, al poderse soñar en teoría con todo, pero resulta que el hecho de soñar un sueño imposible tiene el efecto paradójico de evidenciar su imposibilidad.

La capacidad de soñar debería ser algo insólito, reservado a los magos y hechiceros de la tribu y negado a la gente corriente. “Ese sueña”, diríamos con respeto, con asombro y con algo de conmiseración. De ser así, podrían montarse espectáculos con los soñadores, que contarían a los durmientes puros sus peripecias oníricas: “Anoche soñé que cruzaba un puente líquido y me topé de frente con un dragón tricéfalo que resultó ser el alma en pena de mi tío Camilo, el que se fue a vivir a La Pampa argentina y regresó de allí con cinco dientes de oro. Cuando le dije que era su sobrino, el dragón se transformó en Uri Geller, el que doblaba las cucharas, que se empeñó en invitarme a tomar el té en el castillo del conde Drácula…”. Y la gente aplaudiría tras la narración de los disparates.

Conocí a un hombre que vivía mortificado por los sueños, pues no lograba olvidarlos, que es lo que solemos hacer casi todos incluso antes de despertar. Recordaba, uno por uno, todos sus sueños, o eso decía. Visitó a médicos de muchas especialidades, aunque ninguno supo librarle de su padecimiento. Murió hace un par de meses, con los ojos muy saturados de horrores aleatorios. Sus últimas palabras fueron: “Ojalá el sueño eterno no sea eterno”. Ojalá.