viernes, 29 de mayo de 2015

SUELTOS

En los vuelos low cost, para potenciar su ambiente retrosociológico, debería haber siempre al menos un pasajero que llevase una jaula con una gallina.

Calentamiento global en el planeta de las destructoras de papel de las instituciones.

Rajoy está como Dios manda.
(Como cuando mandaba las plagas a Egipto, sin ir más lejos.)

Una solución posible para que Esperanza Aguirre toque vara de alcaldesa: embarcarse con Cospedal, con Rita, con Rus y con Monago y formar entre los cinco un ayuntamiento, con mayoría absolutísima, en la isla de Perejil.

Esperanza Aguirre debería darse por vencida y resignarse cuanto antes a que Madrid se convierta de aquí a unos días en Sanisidrogrado.

Rajoy es de esos que si les ataca un cocodrilo, cierran los ojos con mucha fuerza, convencidos de que así el cocodrilo desaparece.

La exministra Ana Palacio sitúa a Ada Colau y a Podemos en el mismo nivel de peligrosidad ideológica que el partido de Le Pen y que Estado Islámico.
(Creo, no sé yo, que en la sede central del PP deberían repartir menos sobres y más vales para una sesión gratuita de electroshock.)

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lunes, 25 de mayo de 2015

domingo, 24 de mayo de 2015

Cádiz. Patio de la pensión España, en la que se hospedó Trotski durante su estancia en la ciudad, en 1916.

Esperanza Aguirre, fiel a su naturaleza parapsicológica, introduce un factor parapsicológico en las elecciones: "Espero que el Espíritu Santo inspire a los madrileños para que voten hoy lo mejor para Madrid".
 
(Si les sobrevuela a ustedes un palomo, ya saben: salgan corriendo.)

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lunes, 18 de mayo de 2015

CONSEJOS ELECTORALES

1) Nunca votes en urnas de plástico. Exige urnas de cristal.
 

2) Si tu candidato favorito te decepciona, conversa con él, para que de ese modo la decepción pueda ser recíproca.
 

3) Entre dos corruptos, vota siempre al más gordito.

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domingo, 17 de mayo de 2015

LOS TÍOS



Reconozco mi fe inquebrantable en la capacidad redentora de nuestro sistema penitenciario: no hay delincuente VIP que, tras su paso fugaz por la cárcel, no salga de allí transformado en un moralista, dispuesto a dar lecciones gratuitas de comportamiento cívico a quienes quieran aprender, que somos casi todos, ya que casi todos andamos faltos de líderes y de referentes morales, en parte por la sobreabundancia de líderes y de referentes a la inversa. Ellos pasan entre rejas una temporada –generalmente breve, casi testimonial, casi simbólica- y salen de allí que da gusto escucharlos, inflexibles en su denuncia de la arbitrariedad de las leyes, combativos con respecto a la manipulación mediática de su inocencia, con el dedo siempre levantado, en actitud admonitoria. Es un poco como lo de san Agustín. Un poco como lo de san Pablo. Un poco –también- como lo de Jekyll y Hyde. Pasan por el trullo y se diría que les falta apenas un hervor para ascender al rango de arcángeles de la sociopolítica o de la socioeconomía, lo que para el caso viene a ser casi lo mismo. De lo limpios de alma que salen. De lo niquelados de espíritu, los tíos. De lo alados. Lo mismo un banquero que un tesorero. Lo mismo un presidente autonómico que un alcalde. Lo mismo un Dioni que un Roldán. Como te lo digo: limpios y niquelados. Dando lecciones. Incluso en la tele, los tíos. 

            Lo que no entiende uno es que, comprobados de sobra los beneficios espirituales que reporta el pasar unas cuantas semanas en el talego, nuestros prohombres no ingresen voluntariamente en él, así no tengan ningún delito por el que hayan podido pillarlos, que eso al fin y al cabo es lo de menos: ¿hay cosa más bonita en el mundo que convertirse, por voluntad propia, en chivo expiatorio? (Bueno, sí: tal vez el convertirse, por voluntad ajena, en cabeza de turco, pero esa sería otra historia.) Es que sales de allí fortalecido, coleguita. Es que sales que ni te lo crees. Eso es como el fitness, aunque para el alma inmortal. De como sales. De lo dabuti que sales.

            …Pero vayamos al aspecto espinoso del asunto, a saber: llega un momento en la vida -un momento de veras triste, de pura decadencia- en que cualquier persona se resiste a que le den lecciones de honorabilidad, así provengan esas lecciones de los delincuentes VIP que han hecho su camino de Damasco en chirona, que son los más acreditados para esa tarea divulgativa de los principios morales. Llega el momento, en fin, que como que no. Que gracias, pero que no. Y eso, por el bien de todos, hay que conciliarlo. Si creemos de verdad en la capacidad redentora del trullo, aceptemos sin fisuras la autoridad moral de nuestros redimidos. Acojamos su discurso moral como un regalo de la vida. Porque es que da gloria ver cómo salen de allí –y qué envidia- los tíos.

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lunes, 11 de mayo de 2015

SUELTOS

Un lema electoral, por si le sirve a algún candidato: LOS HAY PEORES.


Eduardo Inda demostrará algún día, con documentos, que el cuartel general de Spectra está en Venezuela.


Lo de Esperanza Aguirre es política neurodegenerativa.


En un país como el nuestro, en el que los políticos pillados en delito pretenden hacerse pasar por mártires, resulta raro que en los restaurantes no sirvan chuletas de chivo expiatorio. 

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domingo, 10 de mayo de 2015

sábado, 9 de mayo de 2015

Los altavoces de los coches electorales suenan como los de los vendedores ambulantes de melones.

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lunes, 4 de mayo de 2015

EL CIRCO



La utilización del concepto de “circo mediático” tiene algo en sí misma de número circense: te pillan, no sé, con un dinero clandestino en Suiza, que es donde el capital extranjero se siente como en casa, se apiña una docena de periodistas a la puerta de tu domicilio con la intención malévola de informar del acontecimiento, ya que puede darse el caso de que el dueño de ese dinero nómada sea una persona con proyección pública, y la persona con proyección pública en cuestión -o como poco sus allegados, incluidos sus diligentes representantes legales- formula la frase mágica, equivalente al abracadabra de los ilusionistas: “Se ha montado un circo mediático”. Sí, por supuesto: el circo no lo monta el que esconde el dineral, sino el profesional que va a ganarse un dinerillo a costa del dineral delincuente del dueño delincuente del dineral. El payaso del circo no es el evasor, sino el que fotografía al evasor. El circo no lo monta el detenido, sino el periodista que le pone un micrófono delante para que el detenido pueda decir que no tiene nada que decir. Que gracias.

            Uno comprende que los delincuentes prefieran mantenerse en el anonimato, que sus delitos no rebasen el ámbito de la intimidad de los juzgados y de las comisarías, que su detención se realice con la mayor prudencia y secretismo, para que los periodistas no puedan meter la nariz en la desdicha ajena con la insensibilidad y la falta de empatía que caracteriza al gremio. Claro que comprende uno eso. ¿Cómo no comprender la noble aspiración del delincuente a que sus hazañas pasen desapercibidas? Lo que pasa es que a veces se produce una incompatibilidad insalvable: que el delincuente, antes de ser conocido como tal delincuente, haya sido un prohombre de la patria. En ese punto es en el que se complican las cosas. Eso es lo que propicia, en fin, los lamentables circos mediáticos.

            Para delinquir con tranquilidad, o al menos con relativa tranquilidad, resulta conveniente no practicar el pluriempleo: o te dedicas a salvar tu país o te dedicas a saquearlo, pero hacer las dos cosas a la vez presenta sus inconvenientes, entre los que se cuenta el de que, a la mínima, los medios te monten un circo mediático, que es lo peor que puede pasarle a un forajido, a menos que aspire a convertirse en una leyenda dentro el mundo del crimen y busque publicidad para sus fechorías, aun a riesgo de acabar como Al Capone, Billy el Niño o Bin Laden. Lo malo es eso, ya digo: que vayas de doctor Jekyll y de mister Hyde, de genio financiero y a la vez de raterillo, de prócer de la economía global a escala pública y de defraudador fiscal a título privado, de Keynes por la mañana y de José María el Tempranillo por la tarde. Eso no puede ser. Porque luego te pillan y viene lo que viene: el circo mediático. El circo en que las pulgas se apiñan en torno al león. El circo en el que al gigante le crecen, ay, los enanos.

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viernes, 1 de mayo de 2015

Creo que está claro: el obispo de San Sebastián ha publicado su libro sobre amor y sexualidad aprovechando el tirón comercial de 50 sombras de Grey.

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