En Tallin, la capital de Estonia, la sorpresa de un casco histórico medieval... perfecto. Un aire medieval sin tipismos medievalistas, una Edad Media, en fin, sin medievalismos ni medievalidades previsibles, al contrario de lo que pasa en Toledo o en Ávila, pongamos por caso, donde siempre se acuerda uno, por una cosa o por otra, de don Mendo. El sustrato medieval, y luego los estratos del tiempo, normalizando aquello, dándole a fin de cuentas realidad. Los siglos XVIII y XIX como depuración. (Lo único que sobra son quizá los camareros y camareras disfrazados de taberneros del siglo XII o por ahí, pero eso tiene poca importancia al fin y al cabo, porque se ve que la hostelería, en todas partes, está sujeta a indagaciones estéticas complicadas y discutibles.)
Los desniveles propician perspectivas sorprendentes, con algo de fantasía arquitectónica, como las de aquellos dibujillos que hacía Rafael Lasso de la Vega en los billetes del metro o del tranvía.
Junto a la plaza del ayuntamiento, dos chamarileros con cosas bonitas -y horrorosas también- a buen precio. En los límites de la ciudad antigua, una librería de viejo -de nueva construcción, grande, y muy ordenada- que vemos a través de las cristaleras, porque está cerrada en domingo, como es natural. Los libros expuestos en el escaparate -muchos de ellos infantiles- lucen una tipografía impecable, con predomio de aires más o menos vorticistas, con ecos alemanes y soviéticos.
La periferia de la ciudad, en cambio, no puede ser más fea, caótica y deslavazada, porque, en cuanto a arquitectura, en casi ninguna parte del mundo parece existir tradición ni modelos ejemplares, así los tengan al lado, ni rige siquiera el socorrido recurso al pastiche, que al fin y al cabo es un gesto de humildad.
Y, de pronto, en una de las calles de acceso al centro, un edificio de la mismísima Gotham City, y se sonríe uno: allí es posible que viva Batman, jubilado de sus murcielaguismos heroicos...
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5 comentarios:
Interesante ciudad.Intentare descubrirla
Un abrazo y feliz estancia
Tiene buena pinta...
¿Reomendable, pues, Tallin?
Sí, recomendable, aunque un poco lejana... como casi todo.
En un viaje a Algeciras, alguien se quejó de lo largo que había sido el trayecto y lo lejos que estaba aquella ciudad de casi cualquier sitio, a lo que un lugareño le respondió: "Algeciras está donde tiene que estar. ¡Los que viven lejos son ustedes!"
A Tallín le pasa lo mismo, parece mentira.
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