martes, 11 de marzo de 2014

Hace ahora 10 años, Aznar, Pedro J. y el psicopáta Jiménez Losantos estaban mintiendo a todo un país no sólo desde el pedestal de la mentira, sino también desde el pedestal de la vanagloria, elevados soberbiamente sobre los cadáveres.

4 comentarios:

Julio Alcalá Neches dijo...
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Anónimo dijo...

Y la COPE , hoy con Internet no habrían tenido recorrido . El mentir sobre un delito de terrorismo se supone que infrInge la ley , Aznar trabaja para Murdoch cuyas empresas de información han cometido delitos varios , claro que aquí las leyes ya sabemos lo que dan de si.

Anónimo dijo...

No sé si el comentario borrado tendría que ver con esa defensa a ultranza que algunos se empeñan en hacer de que lo del 11-M no está claro, que hay responsables (de izquierdas, naturalmente) que no han salido, et sic de caeteris. Aún acaba de despedirse Rouco (los viejos rouqueros nunca mueren, ya se sabe) con un comentario más o menos envenenado al respecto.

Ninguno de tales defensores ha sabido responderme todavía a la pregunta siguiente: si de verdad creen que no se ha hecho justicia en cosa tan grave, ¿cómo es que nadie entre ellos ha tenido la iniciativa, tan justificada y necesaria, de dirigirse a Europa en busca de esa justicia que aquí no encuentran? Bien saben, lo sabemos todos, que así lo han hecho simples particulares, y con éxito.

Porque la impresión que dan al no hacerlo pero seguir (¡a estas alturas, o más bien a estas bajuras!) con sus insidias, agitando y enturbiando públicamente esas aguas, es la de que no quieren dar ese paso porque temen que sus vergüenzas quedasen demasiado patente y públicamente al descubierto, y que prefieren eso, la insidia, el arrojar basura, porque lo consideran políticamente más rentable, según el viejo principio de "calumnia, que algo queda".

Claro que para hacer eso con un asunto semejante hace falta un estómago a toda prueba. Pero hay quien da para eso, y para más, me temo.

Marián dijo...

Pueden mentir, pero no engañan.
Buenas noches