domingo, 2 de septiembre de 2012

BANALIDAD DOMINGUERA

Un argumento en contra de la mayor parte de la pintura impresionista es lo bien que admite el anacronismo de los marcos de barroquismos dorados.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí. Bastante banal. Véase "París-Nueva York-París" de M. Fumaroli sobre el uso de los marcos del XVII en la pintura de principios del XX.

Ballerina dijo...

Pues mi gen "gypsy" lo considera un argumento a favor. De hecho, considero las obras pictóricas meros pretextos para completar mis marcos dorados y barrocos. Hagamos una lista desde Fra Angelico (por empezar por alguno) hasta Miró (por terminar con alguno), todos ellos... rellenadores de marcos. Con las fotos, tres cuartos de lo mismo.

Un saludo.

Marcos Matacana dijo...

Tengo dos de sus collages, "La estricta observanta" y "El golpe de Estado", en sendos marcos dorados y barrocos que quitan el sentío. Espero que no me guarde usted rencor por ello.

Mónica Palacios dijo...

...Y sobre todo lo bien que quedan en los cuartos de baño de algunos pseudopolíticos.

paraserbreves.blogspot.com

Microalgo dijo...

Habría que ponerles marcos verdes con lunares rojos.

Elevemos el debate, demonios.

J.A. González dijo...


La vida es una persecución anacrónica de barroquismos dorados, más o menos un sueño impresionista(como diría el otro).