Llega este mercado a los 30.000 visitantes, tras un año y un mes de apertura. Gracias por pasar por aquí. Para variar un poco el género, va este poema escrito hace poco.
F U E N T E S
De utensilios a símbolos:
el agua que ellas surten es el tiempo.
Su piedra se corrompe,
la pule la rutina, la corroen los líquenes,
le da lustre el fluir.
La fuente seca, en sombra y hojarasca,
es la contradicción, en cambio,
del lenguaje que canta cuanto huye:
lo que calla para explicar lo inexpresable,
la lección del vacío.
Brota el agua y son horas.
Corre el agua y son años.
Oyes manar la fuente
y oyes la eternidad,
un murmullo de huida y permanencia,
el espejismo
cristalino de un agua
que corre tras de sí sin alcanzarse.
Eso dicen las fuentes. Y eso callan.
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16 comentarios:
El paso del tiempo como medida de una vida. Toda fuente se seca, aunque al ser recogedora de agua, que no hacedora, es más facil hacer que siga brotando.
¡Buen poema!
Espléndido poema.
¡Magnífico! Qué gran regalo para tus lectores. Muchas gracias.
Muy hermoso. Muy profundo. Palabras que fluyen como el agua. Me gusta mucho el último verso. Y también ese brotar y ese correr del agua y el tiempo.
Un saludo.
Jorge Andreu
Tch. Voy a tener que hacerme con alguno de sus libros de poesía. En fin.
Pero no lo diga por ahí: tengo una reputación de prósico que debo salvaguardar.
Gracias por los comentarios.
El tema de la fuente resulta siempre muy socorrido.
Gracias y... me encanta su sentido del humor
Qué gran poeta es usted, Benítez.
¿Para cuándo un nuevo libro suyo de poemas?
" La fuente nueva ", así se llamaba y sigue llamándose aquella que está allí en mi calle, en el pueblo. Daba agua fresquita, clara y bendita.
Bendita porque allí se lavaba la ropa, las manos, bebían los perros, se aseaba un vagabundo y bendita porque me recuerda a mi infancia.
Hice un dibujo que se parece mucho a ella, la pondré la próxima vez, me gustaría que la vieras.
Y tu precioso poema, me ha evocado a ella.
Muchas gracias, adoro tus espejismos.
Y a veces...las lagartijas se esconden por entre las grietas de las fuentes secas...entonces la lección del vacio es más llevadera...
Y el agua sigue fluyendo y no sabemos ni qué es, ni de donde viene, ni hacia donde se dirige;sólo que no se detiene y nos arrastra...
Gracias por tu poema, Felipe.
Gracias los nuevos comentarios.
¿Un nuevo libro de poemas? No sé. Creo que tardará un poco.
Enhorabuena por tus 30.000 visitantes. Que la fuente de tus versos y palabras nos dé mucho tiempo de beber buena literatura. Un abrazo maríajosé
Es verdad que ya casi no son utensilios, como mucho elementos decorativos, y desde luego símbolos del fluir, de la velocidad, de la transparencia, de lo irrepetible de un instante, del paso del tiempo como tan bellamente expresa su poema.
Ahora, aquí en Occidente, el agua símbolo de vida y elemento indispensable para la misma, ya no se coge en las fuentes. Cada uno en su casa tiene su propio "grifo" -palabra diferente, incluso con mitológico sonido- verdadero utensilio, o , más lejano aún, la adquiere en el super embotellada ( como las cervezas o como e vino, y ahí si que no soy capaz de encontrar ni un mínimo elemento poético. Quizás usted que es profesional...)
En otros lugares menos afortunados ( tercer mundo) la fuente, el manantial, el agua corriente, aún conserva todo su significado.
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Prosaico comentario para tan metafórica y lírica entrada.
Una tiene sus limitaciones.
Leyendo este poema he evocado a Don Antonio Machado, no tengo muy claro el porqué, aunque supongo que es porque una de las claves de la simbología machadiana: la fuente.
He encontrado su blog por casualidad,!bendita casualidad!, y me gustaría felicitarle por su magnífica forma de escribir.
Gracias por compartir su literatura con el resto de mortales.
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