viernes, 13 de septiembre de 2013

DISPAROS EN EL SALOON

El hecho de que los políticos españoles decidieran dejar la huella de los balazos de la banda de matachines de Tejero en los techos del edificio del congreso, en calidad de símbolo de la defensa de la democracia, no deja de resultar paradójico, sobre todo si se tienen en cuenta dos factores, a saber: que la permanencia de los balazos son al fin y al cabo un homenaje a los golpistas y que el 99% de sus señorías se arrojaron al suelo en cuanto se desató la balasera.

El hecho, además, de que ahora anden todos intentando convertir en una cuestión de estado -con la que cae- el que unos albañiles meticulosos hayan cegado o reparado algunos de tales balazos, como si fuesen emblemas ultrajados de la nación, evidencia algo más grave: el grado de infantilismo simbolista de los integrantes de la cámara baja, que fue más baja que nunca, como digo, en cuanto sonó el primer disparo.
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9 comentarios:

Anónimo dijo...

No es, efectivamente, tan importante lo que ha pasado. Pero la última frase dice algo con lo que no puedo estar de acuerdo. La Cámara baja "no fue más baja que nunca" porque los diputados buscaran protegerse, ni siquiera porque (tan comprensiblemente) tuvieran miedo. Aunque sea admirable el no tenerlo o no demostrarlo, para mí, en nada rebaja la altura moral de nadie (sea diputado o no) el que no se enfrente a quien le amenaza con un arma. Dicha altura moral es otra cosa muy distinta. Y en el Congreso, como en cualquier parte, hay también gente muy diversa, y de más o menos valía ética, o de otro tipo. Condenar o caricaturizar en bloque es fácil; pero también injusto.

FBR dijo...

Tiene usted razón, y tal vez la tendría aún más si no se parapetase tras la anonimia.

Anónimo dijo...

Acepto el descuento; lo del anonimato es sólo porque me siento más cómodo pensando que lo que opine lo valorará quien lea sólo por lo que le parezca tener de razonable, no por el conocimiento público (escaso, pero posible) que pueda tener de mi persona.

Anónimo dijo...

Bueno, yo interpreto la frase referente a la Cámara baja: "no fue más baja que nunca", como lúcida ironía, por cuanto si la altura(no moral) se mide en centímetros, sus señorías optaron por anular su presencia en el espacio ocultándose en el suelo. Así que sí, la cámara baja fue más baja que nunca.



Uno de la Judería

Antonio dijo...

Aquel día a la Cámara le sobró la última sílaba. Pero eso le pasa con frecuencia.

Silvio dijo...

Fue una bufonada , además de aquella se hacia la mili ( claro que esta gente era de los que libraban o nunca iban a trabajar , palabra que tanto les gusta usar ) . Fue un acto de cobardía de su amor por ella , que hicieron que vieran la valentia como una estrella , tan lejos tan lejos en la inmensidad , que nunca pensaron poderla alcanzar . Y siguen igual de tragones y chivatos , son cámaras de baja estofa .

EH dijo...

Sobre lo del anonimato , es mejor usar un seudónimo pera que los lectores no se pierdan . Pasa que cuando no hay justicia y todo va tan mal es lógico escribamos con dureza , claro que las consideraciones son importantes . Cualquier opinión importa , más si está bien armada .

FBR dijo...

Que conste: no soy partidario de sobredimensionar ni tampoco de menospreciar los heroismos, pero me parece muy arriesgado el proceso por el cual se pretende vender la cobardía como heroismo.

Si una gente llega pegando tiros, lo sensato e instintivo es tirarse al suelo. Ahora bien, si acabas tirándote al suelo, es mejor no convertir el episodio en una epopeya, y tapar, por tanto, los agujeros de los impactos, y alimentar el optimismo de que la gente se olvide cuanto antes no de los golpìstas, sino de la actitud -tan lógica, tan demasiado humana- de los agachados.

Microalgo dijo...

Mire Usted que me gusta leerlo.

A mí me parecen mucho más importantes (y significativas) las goteras chorreantes del techo del congreso que los ya arcaicos balazos con los que tratan de decir "o nosotros, o el caos", siendo que, como decía el gran Cesc en aquella vieja viñeta, el caos también son ellos.

Cierro por simetría (hay quien cierra por soleares): Mire Usted que me gusta leerlo.