sábado, 10 de marzo de 2012

ACORDEONISTA CALLEJERO







Me hace mucha gracia una frase de Tom Waits: “Un caballero es una persona que sabe tocar el acordeón y no lo toca”.
Hoy, sin embargo, un caballero, en la calle comercial del pueblo, interpreta a Bach con su acordeón, a lo que quieran darle.
Y, de repente, si cierra uno los ojos, no está en una calle comercial pueblerina, sino en una catedral húmeda, pensando sin pensar en cosas parecidas a la eternidad y a la muerte o, si hay suerte, raptado por el prodigio -sin porqué, sin más- de la música.

6 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Suele pasar que lo excepcional se presenta ante nuestros ojos sólo para no ser visto. Saludos.

Anónimo dijo...

En las profundidades del metro de Madrid, dos músicos, uno con violonchelo el otro con violín, me hicieron sentir cosas parecidas a la felicidad plena, en un ajetreo de prisas cotidianas y con la música defondo.
LONDRES.-

J.A. González dijo...

Dos bellos regalos amigos y amigas:

Keith Jarrett - The Melody at Night, With You.

Warren Vache - Ballads and Other Cautionary Tales (2011)

Buscadores de la belleza,en cualquier sitio, a cualquier hora. ¿Será esa busqueda la que evita el sinsentido de la vida?.

Miguel Cobo dijo...

Mi pequeño homenaje, con tu permiso:

http://riografia.blogspot.com/2009/06/kepa-el-alma-y-la-materia-oleo-de.html

L.N.J. dijo...

En la calle Sierpes las otras noches, la calle estaba solitaria y un hombre tocaba Seal - Stanb By Me.
Era la una de la madrugada, un silencio exquisito y la calle casi vacía.

Era la gloria...

Ballerina dijo...

Bach en una calle pueblerina es lo inverso a Los Pajaritos en la Avenida de la Constitución de Sevilla el sábado por la mañana.

Cierras los ojos y casi te dan ganas de mover los brazos y tocar palmas. O de coger una recortada y soltarle un plomillazo al "caballero". O subirte a una rama del magnolio cernudiano y cagarte en tó.