Lo tradicional es que las rivalidades se produzcan entre localidades vecinas, por sinrazones tan ancestrales como difusas, pero aquí en mi pueblo las gastamos a lo grande. Ahora tenemos intimidada a Rusia.
A ver qué sesgo va tomando esta especie de guerra fría entre los rusos y los roteños...
A ver qué sesgo va tomando esta especie de guerra fría entre los rusos y los roteños...
Es que Rota acojona mucho¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarEsta vez Felipe no pillo el tono de la entrada, pero debe ser porque no me han dejado hacer la siesta ;)
ResponderEliminarSaludos
Felipe, te aviso que una embajada, de rusos, claro, planea dejarse caer por ahí, con la única finalidad de pactar; ni caso, eh; no vamos (yo, es que me considero de los vuestros) a desmontar todo el chiringuito tan pronto, con lo que nos costado juntar cada pieza en su sitio. Digo bien, ¿no?
ResponderEliminarNada nada, pá Rusia sin ná.
Bueno Felipe, si te llegas a enterar de algo que yo deba saber, dímelo, o mejor, házmelo llegar (esto queda mejor)
Ojalá esto siga pálante, la cantidad de puestos de trabajo que iba a dar. Por ejemplo de soldados, por si acaso; de oficiales sobre todo, por si acaso y para nada; y enfermeros, también por si acaso; y de constructores de cuarteles, y de fabricantes de dianas para los ejercicios; ¡ah, y de políticos lectores de partes de guerra! Se necesitaría uno diario. ¡Imagínate! No íbamos a dar abasto. Casi seguro que vendrían gente de todas partes para ofrecerse a liarla.
Felipe, te tengo que dejar, estoy eufórico, y cuando eso me pasa tengo que irme. Una estupidez, ya lo sé, pero...
¡Rusia a la roteña!
ResponderEliminarFelipe: hace menos de dos décadas que la población granadina de Huéscar firmo la paz con Dinamarca, depués de una guerra de tres siglos en la que, dicen, no se disparó un sólo tiro. Abrazos.
ResponderEliminarYo me apunto a firmar la paz con las danesas. Y a celebrarlo, luego.
ResponderEliminar¿Podemos empezar a entablar conversaciones con las rusas ,por favor?
Jajaja
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