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Ese muchacho, el señorito Puigcercós, tiene más razón que un santo cuando dice que aquí en Andalucía no paga impuestos ni Dios, que se supone que tendría que pagar la cuota de IBI correspondiente al tramo de Cielo que afecta a esta comunidad.
Los empresarios catalanes, según el mencionado político, tienen en casa, prácticamente en régimen de okupa, a un inspector de Hacienda. Aquí no. Aquí llega un inspector de Hacienda, con su traje de bandolero, al cortijo de un defraudador fiscal y dice desde su jaca cartujana: “Don Pepe, mire usted, hombre, que nos debe casi un millón de euros por esa manía suya de defraudar”, y el tal don Pepe le replica: “¡Allá penas, don Joselillo, que estamos en la tierra de la jarana! Bájese de ese caballo tordo que monta usted con inigualable donaire y apostura y vamos a echarnos unas cañas de manzanilla, que ahora mismo aviso yo a un cuadro flamenco”. (Y al rato llegan los flamencos, claro está, y el inspector de Hacienda se va sin el dinero, pero con toda la alegría del mundo metida en el subconsciente, que es de lo que se trata.)
Aquí le mandan un requerimiento a un jornalero del campo y, cuando el inspector se planta en el chalet del jornalero en cuestión, el inspector en cuestión le recrimina: “Venga, hombre, Manolo, que te hemos escrito y ni siquiera te has molestado en contestar”, y el tal Manolo se justifica: “Verá usted, Gutiérrez (o lo que sea), es que la carta me llegó cuando estaba metido en el jacuzzi, después de pasarme todo el día vareando olivos, la abrí enseguida por sentido del deber cívico, se me cayó al agua y se corrió la tinta, porque este nuevo jacuzzi que me han puesto parece una centrifugadora. Pero no se preocupe usted que, en cuanto me vaya al paro y venda un par de cuadros de Murillo que tengo en el sótano, le juro que le pago todo lo que le debo e incluso le doy una propina para que se vaya usted a Disneyland París con sus churumbeles”.
Cuando un inspector de Hacienda pilla en falta fiscal a un andaluz no le pone una multa, porque eso es más bien cosa de la Guardia Civil, sino que le impone trabajos sociales, como por ejemplo el consistente en cantarle una saeta a la Virgen de la Macarena a la salida triunfal de su trono o en sacar a bailar una sevillana a una duquesa durante la feria de abril. Aquí se hacen las cosas, en fin, de otra manera, porque no es tan importante pagar impuestos como quedar bien con la gente, a ser posible sin soltar ni un duro.
En Andalucía tenemos una tasa actual de paro del 28,55%, y es posible -no sé, digo yo- que a muchos de esos parados les gustaría poder pagar impuestos en vez de cobrar -si lo cobran- un subsidio, siquiera fuese por complacer al señorito Puigcercós, ese hombre que tiene una boca. Aunque el defecto de algunas bocas es que les da por hablar.
¡Olé chiquillo! ¡Qué arte y qué gracia! Ahora mismo me pongo a tocar las castañuelas que hacen más ruido que las palmas y te hago un repique.
ResponderEliminar[Me he reído tanto que casi lloro, pero como andaluza eso de echar lagrimillas sólo se permite en Semana Santa cuando la lluvia no deja sacar al Cautivo, así que me he reprimido contándome un chiste]
¡Con Dios!
Buenas tardes D.Felipe: Después de una temporada sin aparecer por este lugar que tanto aprecio, me es dada hoy de nuevo la oportunidad de leer sus añorados artículos que me me provocan una sonrisa inteligente ( si es que aún me queda algo de materia gris) y cómplice.
ResponderEliminarYo creo que usted opina que en Andalucía no se pagan impuestos porque es el lugar donde vive y conoce de cerca, pero me parece a mí, que en todas partes cuecen habas y que no es cosa de regiones, sino de los que tienen la sartén por el mango ( los nopaganos) y los que no tiene ni sartén ni huevos que freír ( nopaganos también porque el trabajo negro no cotiza).
Un saludo Á.
Gracias a usted, Ángeles, por asomarse de nuevo a este sitio.
ResponderEliminarA juzgar por lo que me comenta, creo que no me he explicado bien... O tal vez haya que leer el artículo en otra clave, como me permito sugerir.
Gracias de nuevo. (Y gracias también a Kraft por ese repique de castañuelas.)
Gracias a usted por sus obras que tengo 'El Novio del Mundo' de libro de cabecera y 'Mercado de Espejismos' en la mesita de noche.
ResponderEliminarUn saludo :)
¿Podría usted explicarme cómo se aplaude por internet?. Gracias.
ResponderEliminarUn afectuosos saludo.
De lo mejor que he leído en este fantástico blog.
ResponderEliminarSaludos.
Puigcercó: «Las empresas catalanas son masacradas por un sistema de inspecciones que funciona con eficacia prusiana».(El Periódico.com, 21 nov 2010).
ResponderEliminarPues he hecho los deberes D. Felipe.
Releída la entrada del blog, ojeado el D.V. e informada "comme il faut" de las declaraciones del que tiene boca, recomento:
-Vaya guasa que tiene usted, anda que no me he reído con sus escenas costumbristas de señoritos de antes y de hoy , caricaturizando ese mito de "charanga y pandereta", caciquismo jaranero y abusos, de la que se sirven en época electoral algunos políticos.
Lo del eje Madrid-Sevilla-Bilbao y la idea de que a Cataluña se la maltrata y explota es un discurso que quizás consiga votos, pero poco solidario ¿no?.
Y es que el victimismo siempre vende y en las campañas electorales como en las guerras, todo vale (o si no que se lo pregunten al publicista de los orgasmos).
Un saludo y gracias por su atención Á.
Buenos días Felipe, si uno quiere leer los mejores artículos, los que son diferentes a todos y fundamentalmente los que mejor escrito están y con más sentido del humor tiene que pasarse por aquí. Un abrazo
ResponderEliminarPrimitivo
Me quedo especialmente con lo del "señorito Puigcercós, ese hombre que tiene boca". Glorioso.
ResponderEliminarGran post.
Muchísimas gracias. Reconforta tanta amabilidad.
ResponderEliminarLa propuesta de este hombre no deja de ser curiosa: que quienes más tributen -que quienes más puedan tributar- reciban más prestaciones y más contrapesaciones.
Una pintoresca aplicación de las ideas propias de la izquierda, o será que la "esquerra" no tiene mucho que ver con la izquierda propiamente dicha, como ocurre con la llamada "izquierda abertzale". Cuestión de boina o de barretina, supongo. Porque debajo de un gorro étnico las ideas parecen enturbiarse, por falta de oxígeno.
Como he oído decir a alguien estos días: Si en Andalucía no se pagasen impuestos, estaría llena de catalanes. Felicidades por su mordaz artículo.
ResponderEliminar... y acuden a la Academia queriendo sacar la gracia los mismito que se sacan el carné de conducir... Arsa que toma y olé que viva la grasia de mi Andalusia...
ResponderEliminarSi el pobre Carlos Cano levantara la cabeza, al señorito Puigcercós le dedicaría una "murga" por tanta murga preconcebida, casposa y ¿victimista?. AAAMOOS YA.
Felicidades Sr. Benitez Reyes, por su amabilidad para contestar con tanta inteligencia a la estulticia.
Más claro agua. Sucia. Porras.
ResponderEliminarPues con su permiso, después de enviarle un aplauso con castañuelas o sin ellas, que será de corazón en los dos casos; voy a enviar su artículo a los amigos, porque es, con diferencia, la mejor respuesta de cuantas he leído para ese hombre que tiene una boca. ¡Olé!
ResponderEliminarYo me voy a prender una clavel en el pelo (bueno, me lo clavaré con una chincheta) y me pondré un traje de lunares, a ver si así no me quitan el mes de sueldo que me acaban de birlar, y que me birlarán de aquí en adelante, por los siglos de los siglos.
ResponderEliminar"¡A mi no, hoé, que soy andalú!", diré mientras amago un taconeo y muevo los brazos caracoleando.
Hay que joderse.
Un abrazo, Maestro.
Al final, y visto lo visto, a los bocazas victimistas y excluyentes no les ha servido de gran cosa recurrir a la patética zafiedad para movilizar a sus votantes. Felicitémonos los que tenemos dos dedos de sesera, aunque sea un poco.
ResponderEliminarSaludos de un murciano muy hartico de batallitas autonómicas.