martes, 16 de octubre de 2012

Lo peor de ponerse en lo peor es que suele ser un cálculo optimista.

7 comentarios:

  1. Políticamente exacto.






    Uno de la Judería

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  2. Ya... Siempre hay algo más peor que Lo Peor.

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  3. No sé si discrepar en lo del cálculo o en lo de optimista, o en ambos, pues ponerse en lo peor, como en lo mejor, sería un ejercicio de anticipación cercano a la inexactitud de la hipótesis para averiguar un estado de cosas aun inexistente; el optimismo suele ser a pesar de haberse puesto en lo peor una vana convicción de que la cosa no va a ser muy mala, de que saldremos bien parados, pues creemos que nuestros cálculos de darse las premisas posibles y previstas no nos fallarán. Normalmente, ante la vida estamos ante más bien un acto de fe, que podría ser pesimista u optimista según otras variables ajenas a ese pretendido calculo de una situación concreta, porque la vida no es sólo esa situación concreta, a menos de que la misma dependa de ella.

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  4. El resultado de ese cálculo es que si te pones en lo peor de lo peorcito y viene lo mejor, damos saltos de alegría. Además de aprender a ser optimista aprendes el efecto contrario: lo mejor de ponerse en lo mejor es que suele ser un cálculo pesimista, por lo tanto en vez de dar saltos, el cálculo duele una barbaridad. Jeje.

    Saludos.

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  5. Claro que hay algo peor. Es Lo Que Viene Después de Lo Peor...

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  6. Todo es susceptible de empeorar.

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  7. El camino de nada a la miseria nunca acaba bien
    Chao

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