Los folletos de promoción turística suelen ser mentirosos, porque su función consiste en vender espejismos, y el comercio de espejismos requiere recurrir a la artimaña.
Tengo sobre la mesa uno de esos folletos, dedicado a la venta de espejismos mexicanos, y, curiosamente, su información parece sincera. Para incitarnos a visitar México D.F., por ejemplo, nos tienta con la siguiente información: “Allí encontrará los murales más grandes del mundo, miles de flores, tacos y un museo dedicado a Frida Kahlo. ¿Alguien da más?” Pues mire usted, qué quiere que le diga: es imposible que alguien dé más que eso, para qué vamos a engañarnos, de modo que empezamos de forma inmejorable.
A continuación, se nos detallan los atractivos principales de Oaxaca: “Guisos con chocolate, bebidas con gusano dentro, despedidas de soltera a palos y surferos entre tortugas marinas”. Ignora uno en qué consiste una despedida de soltera a palos, y habría que consultar al Instituto de la Mujer para enterarse de si no constituye una práctica censurable, pero la perspectiva de mantener una dieta de guisos chocolateados, de contar como digestivo con un licor lleno de gusanos muertos y de quemar luego las calorías del chocolate haciendo surf entre tortugas es algo que no tiene comparación con nada.
De Puerto Vallarta nos dice el folleto: “Aquí vienen las ballenas jorobadas a hacer el amor. ¿Se anima?”. Y de repente se nos despierta un poco la susceptibilidad: animarnos ¿a qué?
Tras este pequeño incidente psicológico, la descripción de las maravillas continúa: “Hay que advertir que en México todo se cocina con chile. Y aquí el chile no pica, sino que arde”. No puede decirse, es cierto, que la boca se nos haga agua, pero sí que se nos hace fuego, de modo que enseguida encontramos un paliativo: “Eso se arregla con una maleta llena de Almax”, porque, entre los guisos con chocolate, los licores con gusanos y el chile, el aparato digestivo puede ponerse un poco impertinente. Además, según aclara el folleto, “existen algunos platos que no llevan chile, como las quesadillas de flor”. Por si todo esto fuese poco, el folleto ofrece una de las informaciones más consoladoras del mundo: “Si usted ha bebido demasiado, los mexicanos han inventado dos ingeniosos remedios. El caldo picante de camarón es muy popular para aliviar la resaca. Pero si se busca algo más drástico, por unos pesos puede recibir una descarga eléctrica que le quitará la borrachera de golpe”.
En fin, yayayayai, manitos. Viva México, pinche guey. Y viva Zapata. Para allá voy volando, cuates del alma. Esperadme.
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Reservame un sitio en el avion...despues de leer esta promocion no tengo mas remedio que ir
ResponderEliminarUn abrazo
¿Has concluido ya el catálogo de torturas? Bueno, si nos saltamos todo eso, seguro que México es un lugar sugestivo para el viajero. Saludos
ResponderEliminarReservado, Juanjo.
ResponderEliminarSin duda, José Luis: es un país fascinante. Lo grotesco es el folleto.
Frida Khalo recibió a Tosky en Tampico y no le fue nada bien , Siqueiros era un hombre de armas tomar y todos sabemos la historia. Un buen catalogo de torturas es entrar en el blog del narco, supongo que ninguna fémina española pasearía de noche por Ciudad Juarez, eso sí para los amantes del capitalismo tiene que ser interesante visitar alguna de las empresas de Carlos Slim. Saludos de Manuel E.
ResponderEliminar¡Una maravilla! ¡Qué gusto haber hallado tu blog! Lo encontré entre los recomendados en una página de toros.
ResponderEliminarEcho de menos tus escritos sobre la Fiesta. Palco de Sombra es un gran libro.
Un saludo de tu admiradora Lupi Flamingo.
Yo probé lo de las ballenas jorobadas y mi proctólogo aún no sale de su asombro.
ResponderEliminarY con las ballenas... ¿Uno es sujeto activo, o pasivo? Lo digo porque... en fin, tengo entendido que son desmesuradas y no sé, algo hace que no termine de animarme del todo.
ResponderEliminarAy, cómo me gusta la punta que le saca usted a las cosas. Es insuperable lo de las ballenas jorobadas (animarnos ¿a qué?). Y tremendo lo de la despedida a palos y que se hace la boca fuego. Me parto.
ResponderEliminarQué barbaridad. Y yo muerta de ganas de ir a México. ¿No ser´un folleto de El Corte Inglés, que es el que he cogido yo? :)
Un saludo.
No seamos tan crueles con la frustrante tarea de sintetizar en un folletín la tremenda amalgama de ofertas posibles de un país como México, a la paupérrima lista o bolsa de vocabulario del autor incauto se une la infección de ciertos clisés, cuando no cierto topismo alcohólico; insisto, el autor o publicista, guiado por ciertas tensiones mercantiles, no pudo evitar irse de bareta culturalmente hablando.
ResponderEliminarLos que escribieron el folleto "que no os pase nada en México (con mucha suerte), si váis", metieron la pata por no preguntar. No saben, o lo disimulan, que nadie quiere ir a que le partan la boca en un país extranjero y encima pagando,-salvo excepciones que todavía celebran el Día de la Raza-
ResponderEliminarAquí con ser una vez macho (dos huevos) ya nos vale (los del folleto te recomiendan entre líneas que hagas acopio de huevos: los que pueda coger de tus amigos, parientes, y demás)
Claro que para lo de la ballena no sé yo sé si por muchos huevos que lleves no terminas haciendo el ridículo.