Va otro de los poemas de Nabokov que traduje hace unos años. Se refiere a su labor de traducción al inglés -con un inmenso aparato de notas- de la novela en verso de su compatriota Pushkin, labor que tantas disputas filológicas le acarreó con su puntilloso amigo Edmund Wilson.
Nabokov predijo que sería recordado por Lolita y por esa traducción. Se equivocó en la mitad del pronóstico, claro está.
AL TRADUCIR EUGENIO ONEGUIN
1
¿Qué es traducir? En una bandeja,
la pálida y crispada cabeza de un poeta,
el graznido de un loro, el parloteo de un mono,
y la profanación de los difuntos.
Aquellos parásitos a los que criticaste
sean perdonados si obtengo tu perdón,
oh Pushkin, por mi estratagema:
descendí por tu tallo secreto,
y alcancé la raíz, y de ella me alimenté;
luego, en una lengua recién aprendida,
de mí creció otro brote y convertí
las modeladas estrofas de tu soneto
en mi prosa sincera y pedestre,
hecha sólo de espinas, aunque pariente de tu rosa.
2
El reflejo de las palabras sólo puede reverberar
como largas luces que serpentearan
en el espejo negro de algún río
entre la ciudad y la niebla.
¡Escurridizo Pushkin! Perseverante,
aún recojo el pendiente de Tatiana,
aún viajo con tu taciturno libertino.
Descubro el error cometido por otro hombre,
analizo aliteraciones
que adornan tus banquetes y que embrujan la gran
estrofa cuarta de tu Canto Octavo.
Esa es mi tarea: armonizar la paciencia del poeta
y la pasión del escoliasta:
excrementos de paloma sobre tu monumento.
(1955)
.
Hermosa pirueta: traducir versos sobre una traducción. FBR vierte a Nabokov, y éste a Pushkin. También se equivocó el ruso en otra cosa: en la metamorfosis, baten las alas de la paloma sobre su monumento.
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