(Poema -hasta ahora inédito- que publico en El Cultural. El cuadro es de mi hermano Manuel Antonio.)
Qué extraña va la mar en su deriva
de inmovilidad palpitante.
El oleaje que busca sus orillas
en el confín desconocido,
en la playa remota en la que suenan
las caracolas por dentro de sí mismas,
o en un paraje helado,
o en el muelle con barcas con nombre de mujer.
Tú, el niño navegante de una mar infinita,
corsario de una arena con tesoros,
mírate llegar también a donde acaban
las olas de expirar con su grandeza
de dibujo en el aire y en el tiempo.
Mírate allá en el tiempo, que no es nada.
Mírate allá en el aire, en lo que eres.
La mar extraña en ti y en tu deriva.
.
Hermoso, como todo lo 1ue tocas.
ResponderEliminarPrecioso recomenzar, que bello todo li que se puede escribir en la arena. Y pasa, como la vida.
ResponderEliminarHermoso poema. Remacho: como todo lo que tocas.