Como cada año, es para mí un
honor y una responsabilidad dirigirme a todos los españoles y españolas en
estas señaladas fechas navideñas. Fechas que marcan un hito colectivo en cuanto
a consumismo y fraternidad, con la mirada fija en unos objetivos sociales que a
todos nos afectan.
Vivimos
tiempos difíciles, pero es en la dificultad donde las grandes naciones
encuentran el impulso necesario para impulsarse. Impulsarse hacia adelante, no
hacia atrás, como desgraciadamente hemos presenciado en ocasiones en países
amigos, víctimas hoy del anonadamiento económico del que nuestra firme
democracia se manifiesta como garante, aunque al revés, pues lo que nos
garantiza es la fuerza y el estímulo necesario para esquivar ese fatal anonadamiento
al que antes me he referido. Porque si bien es cierto que las dificultades
hacen que todo sea más difícil, también lo es, y en no menor medida, que lo
sencillo vuelve todo demasiado fácil, y los grandes empeños requieren un
esfuerzo común y un doloroso sacrificio que sólo los ciudadanos de buena fe
estamos dispuestos a afrontar, siempre con la sonrisa en los labios, pues
nuestra experiencia en el duro campo de la adversidad nos otorga un aval
milenario de compromiso y abnegación.
No quiero
dejar pasar por alto la ocasión de brindar todo mi apoyo a quienes, desde el
convencimiento europeísta, viajan al menos una vez al año a Europa, sin
distinción de zonas, pues mantengo la convicción de que Europa constituye una
construcción global que requiere el esfuerzo y la ilusión de todos. Repito: son
tiempos difíciles, pero no por ello debemos cejar en nuestros afanes de
igualdad y de legalidad, de legalidad y de igualdad, pues entre todos y todas,
juntos y juntas, sabremos convertir nuestros proyectos en realidades.
No puedo
olvidarme de quienes en estas fechas navideñas se preparan a conciencia para
entrar de lleno en las fiestas navideñas, ya sea disfrazándose de Papá Noel o
de rey mago, ya sea de pastorcillo en los belenes vivientes o de Virgen María,
ya sea preparando cestas navideñas o reponiendo polvorones en los grandes
almacenes. No dudo que el esfuerzo conjunto dará como resultado un resultado
conjunto.
Por
último, me gustaría hacer una llamada a la esperanza. Vivimos tiempos
difíciles, como creo haber dicho ya, pero no tan difíciles que resulten
imposibles. Lo mismo les ocurre a los escolares con las matemáticas, aunque,
con la ayuda de sus profesores, lo imposible se convierte en meramente difícil,
lo que es buena prueba de una superación digna de elogio y de respeto dentro
del marco de la Unión
Europea y, sin ir más lejos, mismamente de España. Si sabemos
encontrar el rumbo, nuestro timón no dudará qué rumbo seguir. Si acertamos a
mantener firme el timón, llegaremos a puerto. Si comemos demasiado turrón, nos
caerá mal.
Felices fiestas.
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Este artículo -que a primera vista puede parecer modesto- sienta las bases necesarias para la cabal comprensión del hecho festivo y su correspondiente desarrollo en un clima democrático y protegido por el estado de derecho. Asimismo, establece un marco adecuado para una cooperación internacional que contribuya con eficacia a la salvaguardia de los derechos y del bienestar navideño. Mi más sincera enhorabuena y mis mejores deseos para el autor, ojalá siga haciendo las delicias de los miembros individuales de esta página, a quienes hago extensivos esos deseos. Salud.
ResponderEliminarCon in impulso no avanzamos, necesitamos propulsión atómica .
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