Creo, no sé, que la comunidad
científica debería poner un poco de orden en sí misma y unificar criterios,
porque el caso es que nos tiene descolocados con respecto a demasiadas cosas
elementales, y eso no está del todo bien: nuestra vida cotidiana no puede
basarse en la incertidumbre perpetua, pues demasiado tenemos ya con bandearla
desde una inseguridad constante.
Un día lees un informe médico de apariencia irrefutable
según el cual el café –pongamos por caso- es beneficioso para la salud y al día
siguiente lees otro informe de apariencia irrebatible en que un observatorio
nutricional asegura que el café es un veneno, de manera que te ves obligado a
optar por seguir ambos consejos a medias y te tomas, en fin, un descafeinado,
para que la cosa quede en tablas y para no llevarle la contraria a nadie,
aunque eso no te libra de la duda: no sabes si tomarlo solo o con leche, ya que
la leche vacuna tampoco se libra de la controversia: hay quien le canta la oda
como alimento indispensable y hay quien la considera más dañina que el whisky
destilado en Chicago durante la Ley Seca. De
alguno de los dos sitios tiene que venir, en fin, la calumnia, pero nuestro
problema es ese: que no sabemos de cuál. (Incluso la alcachofa puede generar un
espinoso debate en torno a sus propiedades dietéticas, que ya es decir.)
Necesitamos
saber, en suma, la verdad. No podemos vivir con el alma en vilo cada vez que
nos llevamos algo a la boca. Aunque, con arreglo al rumbo que está tomando
esto, lo que tal vez debería preocuparnos es si mañana podremos llevarnos algo
a la boca, y ahí entra en juego otra comunidad científica: la de los
economistas nigrománticos, que también van apañados.
(Publicado en la prensa)
La verdad es que comas lo que comas te vas a morir igual.
ResponderEliminarLa leche lleva lactosa y desde hace poco las Lácteas reconocen que la lactosa produce digestiones pesadas . Solución : compra leche sin lactosa que yo te la vendo , cierto que incluso tomas mayor cantidad y no tienes pero el litro vale 1'5 € . Ganar , ganar y ganar y no hay más .
ResponderEliminarSaludos
La solución es: más cereales, más legumbres, fruta y verdura. Adiós a comer bichos muertos
ResponderEliminarEs cierto que en muchas ocasiones la ciencia no es capaz de dar explicación a multitud de incógnitas que quedan por descubrir o, incluso a veces, parecer contradictoria como en los casos que mencionas, pero de lo que no cabe ninguna duda es que gracias a la investigación y la ciencia hoy disponemos de tratamientos, tecnología y otros avances que no sólo curan vidas sino que también nos benefician en muchos aspectos de nuestra vida. Es cierto que la comunidad científica debería anteponer en muchos casos la calidad de sus trabajos publicados al número de publicaciones obtenidas pero para ello, bajo mi opinión, habría que replantear el sistema de financiación de la investigación y, por ejemplo, lo ideal es que la ciencia estuviese desligada de intereses políticos y comerciales...
ResponderEliminarRosa, ¿qué tal un método científico para distinguir una broma de una alegación?
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