martes, 9 de julio de 2013

PLAN PARA UNA NOVELA



-Época difusamente medieval

-Un país en que reina un bobalicón que practica el pluriempleo como comisionista internacional a la vez que se dedica a la depredación sexual de princesas extranjeras, un poco a lo Benny Hill.

-Un encantador de infantas que se arruina al construirse un palacio a imitación de los de los sultanes y que se ve obligado a dedicarse al robo para pagar ladrillos, con la connivencia de los grandes señores feudales. 

-Un virrey con la baba caída y con el pelo teñido que mantiene la paradoja de que es indispensable arrasar el territorio para salvar el territorio.

-Un avieso vigilante del tesoro que acaba encerrado en las mazmorras del castillo.

-Una bruja diferida que parece que se trabuca al hablar, pero que en realidad está profiriendo exóticas y ancestrales fórmulas manchegas de hechicería para apoderarse de la voluntad del populacho.

...Abandono el proyecto: no resultaría creíble.


2 comentarios:

  1. Quizá debiera recapacitar su decisión de abandonar. No falta ningún ingrediente para que sea un éxito: hay hasta hambre, y una nueva identidad de diezmos, y una justicia unívoca para los de arriba, y reparto con la norma del fuerte de la fuerza: te daré unos cuantos porrazos que, por llevar traje acorazado, puedo darte, sino te callas...
    Lo demás sigue igual, leyes de unos cuantos para todos.



    Uno de la Judería

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  2. No se puede abandonar lo que ya ha despegado, puesto que no nos deja en su arrastre indignado de incitar a la fabulación sobre lo grotesco de la realidad actual.

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