miércoles, 29 de febrero de 2012
EL ENGAÑO DE LAS LENTES
En el periódico, hoy, un reportaje sobre "las librerías más bonitas del mundo". De allí saco esta fotografía de Shakespeare & Co., en París.
La foto sugiere un caos atrayente, la existencia de tesoros escondidos entre los revoltijos, a precio de ganga (esa ilusión propia de quienes no frecuentan librerías de viejo), bohemia y gauche divine, o similares.
Mi recuerdo de la visita a esa librería, en cambio, creo que niega todo lo que la foto sugiere. Sólo había novelas populares en edición de bolsillo, la mayoría en mal estado de conservación; alguna enciclopedia descuajaringada, libros de autoayuda... Y muy mal olor.
La magia, en fin, de la fotografía. Una magia que puede resultar incluso... un poco irresponsable.
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Nunca una fotografía retrató exactamente la realidad de las cosas.
ResponderEliminarDistorsiona la belleza o la falta de ella, puede exagerar o manipular inconscientemente la situación fotografiada.
Al final la fotografía es un arte en manos del artista, cual pintor ante el lienzo blanco..
Londres.-
¡Espejismo, siempre espejismo!
ResponderEliminarSaludos. B
Está muy bien la biblioteca de la Abadía cisterciense de Santa Maria de Viaceli en Cóbreces, a orillas del Mar Cantabrico. ahora es un tipo hotel atendido por frailes, que también son cocineros, no es caro aunque no tienen TV
ResponderEliminarSe puede ver esta biblioteca ( tiene libros antiguos y acceso libre para los clientes ) en Google : Turismo espiritual, la terapia del silencio
Saludos
En mi modesta opinión, la culpa no es de la fotografía (un retazo del mundo platónico de las ideas y bla, bla, bla), sino de la realidad, que siempre tira por tierra nuestros sueños, haciendo que hasta a las modelos de las revistas les huelan los pies.
ResponderEliminarEl fotógrafo estuvo en otro librería. Le fue más satisfactorio crear algo nuevo que retratar la realidad de bolsillo. Saludos
ResponderEliminarSi realmente es esta la que está en Notre Dame, que me parece que sí, tengo sensaciones parecidas, y pienso que para tesoros, en la Cuesta de Moyano haberlos haylos. Abrazo
ResponderEliminarEso nos pasa por poner a prueba la belleza.
ResponderEliminarLa foto de la librería es bella y F.B.R. va y quiere más, y claro se desilusiona.
La chica de la cafetería es un bellezón y uno va y quiere más, y claro se desilusiona porque ella ignora quien F.B.R.
Ansiosos, que somos unos ansiosos.
Con todos los respetos, señor Benítez Reyes, la culpa es suya. Suele ser mejor quedarse en el mundo de lo ideal, porque la realidad... Va una a ver, qué digo yo, La Gioconda al Louvre y entre lo pequeñita que es y la prisa que te meten como haya mucha cola, pues en fin. O el Partenón, que acabas mirando de reojillo nada más porque vas más preocupada por no resbalarte y darte una leche en plena acrópolis. Con lo bien que se ve todo en una enciclopedia.
ResponderEliminarOtra cosa que no podría hacer yo nunca: ser dependiente en una librería de segunda mano.
ResponderEliminarLa alergia. Que le vamos a hacer.