Acaba de salir en Visor una recopilación de mis libros de poemas.
En la última sección ("Poemas sin contexto") he incluido varias piezas nuevas que no encajan -o eso creo- en ningún conjunto. Adelanto una de ellas, una serie de haikus.
.
LUNARIO DE HAIKUS
1
1
La luna breve
amenaza a la noche
con su guadaña.
2
Luna menguante:
¿en qué otro mundo brilla
su otro paréntesis?
3
La indefinida:
no le basta una forma
para ser luna.
4
¿De quién se esconde
la luna tras las nubes
sino de sí?
5
Claro de luna.
Esquirlas sobre el mar
de espejos rotos.
6
La esfera errante,
huyendo de la noche
que la desnuda.
7
Trabaja en vano
la luna que ilumina
lo que no vemos.
8
La gema náufraga,
disperso su confeti
de plata pura.
9
La siempre insomne,
en todo amanecer
transparentada.
10
Sólo es sí misma.
La tocan las metáforas
con guantes blancos.
(2006)
La tocan las metáforas
con guantes blancos.
(2006)
¡Magníficos! Me gustan especialmente el 1, el 2 y el 7. Por cierto, qué misterioso y vago título, como otra luna; ¿es antología o poesía completa?
ResponderEliminarHola, Antonio.
ResponderEliminarGracias.
Es poesía reunida.
Ya veo que ambos estamos en racha.
Un abrazo
Ay, la luna, qué presente está en tu poesía. Enhorabuena, Felipe. Sospecho que estos haikus son breve destello del esplendor del libro. Mañana te veré en la Feria del Libro de Cádiz. Un abrazo admirado.
ResponderEliminarA mí los que más me gustan son el 3 y el 7, efectivamente no basta una forma, un cuerpo sin su espíritu, y nada nos puede hacer ver si no miramos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarLo más curioso de todo es que no me gusta demasiado el molde del haiku (el molde que hemos fijado en la literatura en español para el haiku, porque en sus tierras de origen ellos sabrán), ya que todos suenan prácticamente idénticos. Los míos no son una excepción, como habéis visto.
Es como una anulación -más o menos deliberada- de la voz poética de cada uno en beneficio de una formulación poética impersonal.
Pero en algo hay que distraerse.
Bueno, no tan impersonales, Felipe. Tus lectores no pueden por menos que renonocer ciertos rasgos muy tuyos en estos haikus. Tan hermosos, por otra parte.
ResponderEliminarHola, somos el grupo de profesores de Huelva fans tuyos que escribimos en la entrada de Nabokov. Da la casualidad de que en el Centro de trabajo (I.E.S. Odiel) tenemos una página web en la que, entre otras cosas, trabajamos con una cadena de haikus: un poco a tu estilo, pero más modestamente. Dejo el enlace:
ResponderEliminarhttp://www.iesodiel.es/
Saludos.
Me da la impresión de que también las soleares, seguidillas, coplas... de cepa hispana suenan también todas lo mismo. Es lo que algunos llaman poesía popular y yo prefiero llamar precisamente poesía impersonal.
ResponderEliminarTodo un acierto dedicar 10 haikus a la luna. Sólo uno o dos o tres hubiera sido poco. Diez ya son un "poema en haikus", que no es lo mismo que un haiku. No sé si me explico.
Y luego, claro, es preciso que cada uno de ellos sea bueno, como es el caso. Enhorabuena por el nuevo libro.
Enhorabuena, Felipe, por seguir en buena forma, provocando arritmia con tu Obra, siempre en marcha.
ResponderEliminarHe saboreado con gusto, sobre todo, el 2, el 5 y el 7. Aunque a veces pienso que el haiku -igual que el soneto- suena mucho, como el tambor, porque está vacío. Y no son pocos los autores que quieren romper con un giro de tuerca artificioso el ritmo "natural" y "espontáneo" de un poema (dos términos que, quizás, no casan bien ni con el haiku ni con el soneto, por otra parte, pues su talle encorsetado siempre llama la atención, aunque uno pretenda, ay, que su esqueleto pase "casi" inadvertido). (Supongo que el mejor modo de que un haiku, lo mismo que un soneto, pase desapercibido es no escribiéndolo.) No sé, ya digo, todo dependerá de si el poema en sí mismo tiene vida propia, si es capaz de defenderse por sí solo, o por el contrario no pasa de ser un mero ejercicio de estilo, una probatura más o menos original. Qué iluso: un haiku hoy por hoy (como un un soneto después de César Vallejo) si algo no puede ser es original. Pues eso.
Un gato blanco
se roza con las tejas.
La luna en celos.
José Manuel y Enrique, gracias por vuestros comentarios alentadores.
ResponderEliminarPero me corroboro en lo dicho: el molde más convencional del haiku en español (5-7-5)casi siempre se queda en eso, en molde.
Supongo que es que no da a tiempo a mucho. Lo único que puede diferenciar a un haiku de otro es que esté mejor o peor resuelto, y la temática, claro está, en el caso de que pueda tener temática propiamente dicha un mero apunte; pero la impersonalidad de la voz resulta invariable. Lo que no quita que ese ejercicio de impersonalidad pueda tener su gracia para quien escribe: someterse a un patrón... en el que no manda marinero.
Un abrazo para ambos.
Saludos a los onubenses.
ResponderEliminarMe asomaré a vuestra página de exotismos.
Por cierto, maestro, me serían de gran auxilio tus palabras para poner en pie las mías, ya que lleva mi voz tatuado el silencio, o eso parece ser. Pásate, si quieres, por mi blog, mi "paso de peatones", y deja allí si quieres una muestra de tu cercana lucidez (eres como escribes, huelga decirlo), tan estimada por el que te lee.
ResponderEliminarSin más,
este abrazo capaz, por un momento,
de desplazar el eje del planeta.
Hola, Alejandro.
ResponderEliminarConforme a tu invitación, me he asomado a tu blog y he leído allí tus poemas, que me han parecido de veras excelentes. Mi enhorabuena.
(Lo que no he conseguido es dejar un comentario: el procedimiento no resulta sencillo, al menos para mí, que no soy muy habilidoso para esos manejos.)
Lo dicho: enhorabuena.
El haiku es, además de todo lo dicho, una forma que se aviene perfectamente al soporte del blog; últimamente se leen muchos por estos lares. Yo tuve la suerte de que el mío de ayer lo comentase el mismísimo M.D'Ors, además de otros ilustres que también comentan por aquí.
ResponderEliminarGracias por compartir aquí tus haikus luneros.
Precioso ese haiku, José Antonio.
ResponderEliminarUn haiku muy haiku: una visión sorprendente.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar