sábado, 6 de abril de 2013

LA VIE EN ROSE

En los cuentos de hadas, las princesas suelen padecer pequeños y desagradables contratiempos, generalmente derivados -por una cosa o por otra- de su amor por el príncipe rubio, pero luego todo se soluciona y se impone el final de felicidad radiante, con el sacrificio ritual de algunas perdices.

En nuestros días y en nuestro país, la novedad narrativa consiste en la incorporación de la figura benévola de un fiscal anticorrupción (el hada del cuento) dispuesto a luchar contra el juez dragontino para salvar a la princesa -y al príncipe rubio, si salió travieso, que le den mucho por culo, porque, en los cuentos de hadas, las travesuras no son bienes gananciales.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Un príncipe consorte es eso, un tío consuerte, mala si se le termina.

Ballerina dijo...

Ahora, en vez de venir de lejanas tierras (como el de la "Sonatina"), parten hacia ellas con el rabo entre las piernas.
Menuda perla de Ormuz.

Aurelio dijo...

La vie rose que traducido al castellano supongo significa " se van de rositas "

Anónimo dijo...

Si no estoy equivocado otro año "sin hacer" la feria del libro de Sevilla. Me hubiera gustado verlo en la "plaza", Nueva, claro, firmando ejemplares de su último libro de poesía.
En fin, otra vez será.

Uno de la Judería

Microalgo dijo...

Yo me voy a quitar de esto de la monarquía, se lo aseguro.

Anónimo dijo...

Hombre, amiga "ballerina", lo del "rabo entre las piernas" ¿no tiene un ligero matiz obsceno? Vamos,digo yo.