lunes, 20 de septiembre de 2021

APRENDIZAJES

 (Publicado en prensa)


Durante este periodo excepcional de la Historia de la Civilización, todos hemos aprendido muchas cosas. Eso sí: algunos han aprendido más que otros. Hay quien ha aprendido que el virus no existe, por ejemplo, lo que no entra en contradicción con la certeza simultánea de que el virus inexistente ha sido lanzado al mundo por los chinos. 

        Según era de esperar, algunos han llegado a la conclusión de que Joe Biden es un agente comunista al servicio de China y que su tarea consiste en desestabilizar EEUU desde la Casa Blanca. ¿De qué modo? Pues, sin ir más lejos, poniendo trabas a la Asociación del Rifle: una vez que los estadounidenses pierdan su derecho constitucional a la posesión de armas de fuego, los chinos, en alianza con los rusos y los norcoreanos, tendrán el campo libre para invadir EEUU y hacerse de esa manera con el control del mundo. Es lo que venimos llamando la geopolítica.

   Hay también quienes han accedido a conocimientos extraordinarios. Por ejemplo: ¿por qué hay carencia de chips en las fábricas de coches? Creo que no hace falta la respuesta, pero por si acaso ahí va: porque el chip lo tenemos metidos casi todos en el cuerpo, y de sobra sabemos que la producción de chips es limitada, por mucho que las fábricas chinas de chips trabajen a destajo. O hay chips para los coches o hay chips para la gente, y siempre será preferible gastar chips en personas que en máquinas, sobre todo si se tiene en cuenta que vivimos en un planeta antropocéntrico, tanto para lo bueno como para lo malo.

         Como casi nadie ignora, el inocularnos un chip mediante una vacuna para un virus imaginario fue una ocurrencia de Bill Gates, aunque con la aprobación, para su desarrollo, del gobierno chino. A estas alturas, con media población mundial vacunada, Bill Gates se levanta a las claras del día, se sienta delante de la pantalla gigantesca de su megaordenador y, a través del programa de geolocalización psicológica con que controla la vida de la gente presuntamente inmunizada contra el virus de opereta, se dice: “A ver quién es este…” Y entra en el cerebro de, qué sé yo, Antonio Miranda, natural de Vigo, y, con sólo pulsar una tecla, Gates ordena a Miranda que meta al gato en la lavadora o que se juegue el sueldo en las tragaperras, y Miranda obedece. O bien se adentra en la mente de Sharon Mills, natural de Tennessee, y le manda que asalte el Capitolio estatal disfrazada de búfala. Y así va el mundo. (Si Bill Gates pudiera acogerse a los disfrutes que brinda nuestro Imserso, no pasarían estas cosas, ya que un jubilado aburrido es un peligro para la Humanidad.)

         En fin, lo que decía: todos hemos aprendido mucho gracias a esta pandemia. Lo único que nos queda pendiente es aprender a no volvernos locos del todo.



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Donde están esos chips? , esos chips son para nosotros ? Esos chips son para la gran máquina que vigilará nuestros sueños ? Todos los animales llevaremos chips ? , el chip controlará el covid ? , necesitaremos los chips para sobrevivir ? o lo que es peor : están construyendo con los chips los cyborg que guiarán el destino de la humanidad ? , las estrellas de la NBA dicen que prefieren no jugar antes de vacunarse por lo del chip , dicen que una gran máquina quiere convertirlos en esclavos de los millonarios blancos que han creado el covid y el nanochip.